¿Hablamos demasiado de política?

Xose Carlos Caneiro
Xosé Carlos Caneiro EL EQUILIBRISTA

OPINIÓN

07 jul 2014 . Actualizado a las 07:00 h.

A la pregunta que titula mi columna de este lunes basta una contundente respuesta: sí. Creo que se habla de política hasta el hastío, el no va más, lo insufrible, inasible e hiperbólico. Y la gente, que es lo que importa, está fatigada de tanto abuso. La polis era otra cosa. Hace veinticinco siglos, en Atenas la política fue asunto común. Otra política. Albergaba las disciplinas más altas del saber. Los políticos eran filósofos. Todos versados en el arte de la retórica, la elocuencia y el raciocinio. La cultura era también política, y no se concebía que los más altos representantes del mundo cultural, desde los atletas a los trágicos que llenaban los teatros, estuvieran al margen del debate diario. Aquí la política se ha vuelto mercancía. Desde que se popularizó aquel «es la economía, estúpido», que tanto han citado unos y otros, los números más que las letras dominan las nubes, internéticas y climáticas, que pululan los páramos de España. Es dicotómica, nuestra política. Dialéctica sin diálogo. Consignataria, demagógica, populista y vana. A los políticos les he pedido una y otra vez altura intelectual. Y no me cuesta reconocer que el último atisbo de excelencia lo ha dado Rubalcaba desde la tribuna del Congreso. Aquí, en el Parlamento gallego, poco que reseñar: grescas, zapatiestas y follón. Quizá, si hablamos menos de política, hablaremos más de la gente. Ojalá.