Fuera de juego

Mariluz Ferreiro A MI BOLA

OPINIÓN

AFP7 vía Europa Press | EUROPAPRESS

03 jul 2022 . Actualizado a las 05:00 h.

Ojo a los intrépidos delanteros que juegan con la línea defensiva. La FIFA acaba de anunciar que estrenará en el Mundial de Catar un nuevo sistema casi automático que marcará el fuera de juego con precisión de cirujano. Un milagro tecnológico al servicio del espectáculo para acabar con esas tediosas esperas derivados del VAR. Que no decaiga el partido con esos paréntesis. El campo se convierte en un tablero sobre el que apuntan cámaras y más cámaras que geolocalizan cada brizna de hierba. Un nuevo avance de la humanidad. Aunque el progreso tecnológico no siempre va acompañado del progreso social. Se sabe que en esos estadios de la Copa del Mundo una herramienta determinará de forma implacable si el gol de Francia con posición dudosa de Mbappé es legal. Pero todavía no está muy claro qué sucederá si en las gradas ondean banderas arcoíris. Como hay mil rumores y no se sabe si se optará por hacer la vista gorda o aplicar castigos al modo tradicional, desde Catar acaban de desmentir que los que muestren este símbolo pueden que enfrentarse a entre siete y once años de cárcel. Quizás haya un paréntesis para que la vida siga igual después de los fastos. No es ninguna novedad. Nunca las dictaduras, el machismo o la homofobia han sido obstáculos para los negocios de la FIFA, ni de otros organismos que rigen diferentes deportes. El VAR no revisará lo que sucede antes del partido inaugural y después de la final. Visto con perspectiva, aquel Mundial de ciclismo organizado en las carreteras cataríes tuvo que ser fuente de disgustos para los organizadores. Aquellos tipos con sus culottes apretados, luciendo colores llamativos y con un maillot arcoíris como premio para el campeón, un Peter Sagan que lucía melena. Una pesadilla.