Dichos populares

Ernesto Sánchez Pombo
Ernesto S. Pombo EL REINO DE LA LLUVIA

OPINIÓN

07 jun 2014 . Actualizado a las 07:00 h.

Recordemos algunos de esos dichos populares que nos han venido acompañando desde la infancia. Por ejemplo, a la vejez, viruela. Al mal tiempo, buena cara. De noche, todos los gatos son pardos. La soberanía reside en el pueblo. Los repetimos a diario, sin saber muy bien por qué. Bueno lo de «la soberanía nacional reside en el pueblo español, del que emanan los poderes del Estado», lo dice la Constitución en su artículo primero del título preliminar, pero lo convertimos en un dicho. Pero es que, además, no leemos. O leemos sin mucha atención. Porque si leyésemos la Constitución veríamos que, además de lo de la soberanía, en el artículo 92 dice que «las decisiones políticas de especial trascendencia podrán ser sometidas a referendo consultivo de todos los ciudadanos». Y no sé qué más trascendencia tiene que la de decidir cuándo la sociedad va a dar un salto histórico en un tiempo nuevo, con nuevas condiciones y nuevos ciudadanos. Se han acostumbrado a que aceptemos sin rechistar ni opinar decisiones que se toman en las alturas y que nos cambian la vida. Nos industrializan la sanidad y la educación, nos prolongan la vida laboral, rescatan los bancos, vamos a la guerra, incumplen sus programas, nos cambian la Constitución; en fin, cuando lo estiman oportuno no hay trabas posibles para llevar a cabo sus ansias, haciendo bueno el dicho popular de que ande yo caliente, ríase la gente. Y es que los dichos populares son muy sabios. Han enriquecido un montón nuestra lengua. Podríamos hacer una sucesión de ellos y no sean suspicaces, que no me refiero a nada en concreto. Pero, vean. Nos estamos metiendo en camisas de once varas porque quieren dárnosla con queso o, lo que es lo mismo, darnos gato por liebre. Y ya se sabe que el que siembra vientos, recoge tempestades. Qué buenos los dichos populares.