¿Alguien ha tenido un sueño?

Pablo Mosquera
Pablo Mosquera EN ROMÁN PALADINO

OPINIÓN

12 may 2014 . Actualizado a las 07:00 h.

Comienza la campaña electoral al Parlamento Europeo. Desgraciadamente, ni los candidatos ni sus propuestas nos devuelven esperanza y confianza en la construcción de la Europa de los ciudadanos. Nadie ha tenido un sueño como el que contaba Martin Luther King en su lucha por los derechos civiles. El fracaso de esta Europa de mercaderes y prestamistas nada tiene que ver con la Europa cuna de la democracia. Es como si de la Ilustración se haya caído en pendiente hasta una Europa supranacional en la que una minoría oligárquica decide el destino de todos.

Hasta ahora, lo que han dicho los candidatos a formar parte de la pléyade de privilegiados miembros del Parlamento resulta, como mínimo, desalentador. Según la señora Valenciano, «la jefa de Cañete es Merkel». Le falta completar su profunda sentencia con la lista de organismos financieros y tecnócratas que mueven, cual marioneta, a la canciller alemana.

No menos insípido ha sido el sofisma que ha planteado José Blanco: «La derecha que nos gobierna en España quiere que la gente de izquierdas se aleje de la política». ¿Qué izquierda? ¿Dónde está la izquierda o en qué se ha transformado? Y es que, si en algo tienen razón los aspirantes al momio-instrumento parlamentario, es en que la gente está indignada porque la política no resuelve sus problemas. Efectivamente, ya que forma parte del problema.

Llega la campaña y nadie nos cuenta cómo será Europa, posiblemente por ser más fácil hacer de estas elecciones un salvoconducto para, los que gobiernan, alienarnos con su propaganda macroeconómica sobre la salida de la crisis. Mientras, los que se oponen, intentan recordar esa microeconomía donde lo primero es recuperar el empleo, ya que tal magnitud social es la base de la vertebración. Lo demás son meros apuntes contables que el papel soporta sin rechistar.

Quizá los más sabios se abstendrán de votar o lo harán a pequeños partidos alejados del bipartidismo. Al resto les viene como anillo al dedo otra frase de Luther King: «Nada en el mundo es más peligroso que la ignorancia y la estupidez concienzuda».