Contra el cáncer

OPINIÓN

07 feb 2014 . Actualizado a las 07:00 h.

Desde el año 2000 la Unión Internacional Contra el Cáncer y la Organización Mundial de la Salud nos invitan a celebrar cada 4 de febrero el Día Mundial Contra el Cáncer. El objetivo no es otro que aumentar la conciencia ciudadana en relación a la prevención de la enfermedad y la mejora de la calidad de vida de los enfermos. No olvidemos que uno de cada tres varones y una de cada cuatro mujeres serán diagnosticados de cáncer a lo largo de su vida, y que el 40 % de los cánceres se pueden prevenir. Más allá de las cifras están las personas que sufren esa durísima travesía del desierto, con sus historias, sus sentimientos, sus miedos, sus ilusiones. Nuestro primo, nuestro hermano, nuestro amigo, nuestro padre. Que no reclaman de nosotros conmiseración ni apresuradas palabras de consuelo que a nadie consuelan, sino respeto y compromiso incondicionales: que sepamos estar a su lado inquebrantablemente, escuchando de verdad, a veces llorando juntos pero también riendo en los buenos momentos. Ahí está la sal y la pimienta de la vida, en el saber estar. No es fácil, agota, cuestiona. Pero es el criterio básico de humanidad. Sabiendo que unas veces se gana la batalla al cáncer y otras se pierde. Por eso es muy importante también saber cuándo detenerse, cuándo hacer una limitación del esfuerzo terapéutico, con paz, con tranquilidad, lo mejor para el paciente.