Destrucción de empleo sin más paro

Albino Prada
Albino Prada CELTAS CORTOS

OPINIÓN

03 oct 2013 . Actualizado a las 07:00 h.

El año pasado por estas fechas conocíamos los datos acumulados en los últimos doce meses de destrucción de empleo: superábamos la cifra de seiscientos mil trabajadores menos dados de alta en la Seguridad Social. Este año el dato es ligeramente mejor: quinientos mil trabajadores menos cotizaron a la Seguridad Social en septiembre respecto a los que lo hacían doce meses atrás. La cifra es mejor, es menos mala, pero es demoledora. A nadie en su sano juicio se le ocurriría ver en ella la luz de salida del túnel.

En octubre pasado conocíamos también los datos acumulados en los últimos doce meses de evolución del paro registrado: casi había aumentado en quinientas mil personas. Una cifra grave pero lógica, pues se acercaba a la de destrucción de empleo (caída de afiliados a la Seguridad Social) en idéntico período que, recuerde el lector, era de seiscientas mil personas.

He preguntado a alumnos y conocidos que me diesen su previsión sobre la cifra de incremento del paro registrado en este mes de septiembre en relación a los últimos doce meses. Y todas las personas consultadas, teniendo en cuenta que la destrucción de empleo superó las quinientas mil personas, me dieron cifras de incremento del paro registrado entre trescientas mil y cuatrocientas mil personas.

Su respuesta es lógica, llena de sentido común, es lo que daría una previsión razonable. Pero están completamente equivocadas: el incremento del paro registrado en los últimos doce meses en España no llegó a las veinte mil personas.

En estas circunstancias todos aquellos que se vienen agarrando a la evolución mensual del paro registrado se están agarrando a un espejismo. Como hace el borracho con la farola: no la usa para ver claro, solo para agarrarse y no caer. Para entender por qué el año pasado por estas fechas el paro registrado y las cifras de cotizantes eran vasos comunicantes y este año han dejado de serlo hay que abrir los ojos, no llega con agarrarse a las cifras. Como hacía ayer la secretaria de Estado de Empleo y el día anterior el propio presidente.

Porque cuando uno abre los ojos y recuerda que el empleo siguió cayendo en quinientas mil personas, solo le cuadran las cuentas si en las oficinas de empleo las bajas en el registro del paro están creciendo tal que una marea de desanimados en una recesión interminable (inmigrantes que retornan, nacionales que emigran, parados de larga duración que pierden todo interés en estar inscritos, jóvenes que dejan de pasar revista). Solo así, con quinientos mil cotizantes menos, podemos presumir de tener en los últimos doce meses apenas veinte mil parados más. Un disparate que raya la inmoralidad.