El turista inglés y el emigrante español

Albino Prada
Albino Prada CELTAS CORTOS

OPINIÓN

25 ago 2013 . Actualizado a las 07:00 h.

Es muy comentado el hito de la actual temporada alta turística en España. Estamos batiendo todos los récords de visitantes. Y entre ellos destaca por encima de los demás el volumen y crecimiento de los turistas procedentes del Reino Unido. Este singular fenómeno me parece que no está motivando la reflexión que se merece.

Creo que la espectacular llegada de turistas ingleses a España pone de manifiesto, por un lado, las consecuencias de la política de eurogrilletes y devaluación interna que nos impone el BCE y la Comisión Europea (con los aplausos de la patronal y el sector financiero español) y, por otro, las consecuencias de la política de estímulos y monetización de la deuda que aplican el Banco de Inglaterra y su Gobierno.

España y el Reino Unido entraron en una grave recesión por semejante causa: una burbuja financiero-inmobiliaria que se llevó por delante buena parte de su sistema financiero. En ambos casos hubo que rescatar con millonarios fondos públicos. Pero, a partir de ahí empiezan las diferencias: El Reino Unido tiene una economía que crece al 1,4 % y lleva cuatro trimestres sin conocer la recesión, mientras que España se derrumba al -1,7 % interanual. Y llevamos todo el último año en recesión. Porque mientras la tasa de paro allí es del 8 %, en España estamos en el 27 %.

No dudo que a pesar de estas cifras nuestros creyentes en los eurogrilletes y en la devaluación interna se frotarán las manos de alegría y aplaudirán con las orejas. Y así cuando se les recuerde que España y el Reino Unido tienen un nivel de deuda pública y déficit muy semejantes (98 % y 7 % respectivamente), ni se despeinarán. Ni cuando se les diga que allí no se habla de prima de riesgo mientras que aquí es nuestro fantasma nacional. Que allí se financian a largo plazo a un 1,7 % mientras que en España tenemos que pagar el 5,8 %.

Poco importa que allí todo sea resultado de un Gobierno tan de centro y liberal como el nuestro. Ellos se están cavando su tumba, mientras nosotros estamos saliendo del túnel. Poco importa que nuestros jóvenes salgan en masa a buscar un trabajo precario en ciudades inglesas, mientras que aquí llegan riadas de jóvenes ingleses a tumbarse al sol y beber cerveza. Nosotros estamos haciendo nuestros deberes sacrificadamente, ellos son las cigarras que ya tendrán su castigo.

Nuestro hito en la llegada de esos turistas no es ajeno a la devaluación interna de nuestros costes salariales, del galopante trabajo temporal, a tiempo parcial y falsos autónomos en la hostelería española y que han convertido la temporada alta en unas rebajas de agosto para los turistas extranjeros. Es por eso que nuestra demanda interna está en coma profundo. Pero nuestro Peñón mental no nos permite ver estas cosas.