Mayorías enfrentadas

Pablo Mosquera
Pablo Mosquera EN ROMÁN PALADINO

OPINIÓN

05 ago 2013 . Actualizado a las 07:00 h.

Pérez-Reverte, miembro de la Real Academia Española desde el año 2003, se despachó en su día con un artículo publicado en XL Semanal, que titulaba «Sobre imbéciles y malvados», donde profetizaba: «...deja un Estado desmantelado, indigente y tal vez en manos de la derecha conservadora para un par de legislaturas...».

Su crítica al presidente ZP era la de alguien que veía la herencia próxima. Se refería a la llegada de una mayoría desoladora. Y así fue. Nunca, en democracia, un partido tuvo tanto poder para hacer de su capa un sayo. Para invadir todos los espacios de la vida pública. Para someter a la sociedad civil a dicterios que, para más indignación, suponen obedecer al Banco Mundial, al Fondo Monetario Internacional y a Bruselas, a costa del fracaso en las políticas económica y social.

Paro, pobreza, emigración de la juventud, recortes en los derechos sociales, mercantilización del Estado del bienestar. Pero lo peor es la instalación de la corrupción al servicio de la casta dominante.

El alarmante caso Bárcenas-caso financiación del PP, que ha dejado cautivo al máximo responsable de la empresa PP, tras el encausamiento del empleado Bárcenas, hombre de máxima confianza de la cúpula, sobre el que se pretende centrar todas las culpas de la indecencia delictiva, ha hecho que el exsenador, exgerente, extesorero, exrecaudador, ex pagador de sueldos B, haya decidido morir matando.

El debate en el Parlamento, el primer día de agosto, con muchos españoles de viaje, ha servido para evidenciar dos mayorías enfrentadas. La que ampara a Rajoy, instalada en las instituciones. La que brama en las calles de la España social, por la distinta manera de tratar al pueblo llano frente a la patente de corso con la que se trata a bancos, políticos, grandes empresarios, defraudadores, corruptos como el expresidente de Baleares, etcétera.

Rajoy, además de la dimisión, tras la evidencia de las pruebas, tenía dos caminos en la tribuna. Buscar un acuerdo-compromiso, inmediato, para instrumentar medidas sobre cohecho, incompatibilidades, financiación irregular, ejemplaridad, investigación de responsabilidades. O mantenerla, negarla y usar el símil bélico y futbolístico: no hay mejor defensa que un buen ataque.

Optó por lo segundo. Ha enfrentado su mayoría con la del pueblo. Tengo dudas. ¿Todos los cargos del PP aceptan tal decisión? ¿Acatan lo que pasa?