Hay algo en el Mediterráneo que hace que sus gentes sientan más el olor a gasolina. Igual es solo el calor. O los vientos caprichosos. Pero este año tenemos un espectáculo sin precedentes en las motos. El campeonato del mundo en categoría GP promete hacer temblar en audiencias a la mismísima fórmula 1. Y es que se enfrentan tres colosos a la sombra de un cuarto. Ya hubo carreras en las que el corazón se volteó varias veces. Los adelantamientos al límite en esos pequeños pero potentes cacharros son tremendos. A veces dejan en ridículo a las películas de persecuciones. Tres chavales con querencia por el Mediterráneo. Dos de más edad, y el otro un crío, que es el que los desafía. Dani Pedrosa, 27 años, de Sabadell. Frío en la pista y fuera de ella. Jorge Lorenzo, 26 años, de Palma, con ascendencia gallega. Un volcán sobre la moto y fuera de ella. Aunque haya pulido su carácter. Y si el enfrentamiento entre estos dos ya tuvo sus momentos, nada que ver con lo que supone la irrupción del tercero, del crío: Marc Márquez, de Cervera (Lérida), solo veinte años. Márquez parece que lo tiene todo. Pero las carreras dirán. Su debut ha sido para que se ponga nervioso hasta Pedrosa y para que le aplauda todo un catedrático, el cuarto en liza, el único no español, el italiano Valentino Rossi.