Hay alfombras rojas que son termómetros de la temporada. A primeros de este mes así sucede con la gala de primavera del Metropolitan de Nueva York. Y el motivo elegido para la exposición no fue otro que el punk. ¿Vuelve el punk? Encaja en estos tiempos en los que parece que poco se puede hacer más que gritar. Los creadores de moda más importantes optaron por vestidos coronados por pelucas en cresta, con los obligados clavos por botones. Allí estarán expuestos hasta agosto. Pero el desfile de famosos no fue menos. Espectacular la cola de fuego de Beyoncé. Increíble ver a Gisele Bunchen, con un minivestido de incrustaciones metálicas, haciendo el gesto de los cuernos tan de los cantantes punkies. Incalificable el look de Sarah Jessica Parker con un tocado y una cresta tremenda. Madonna, más esperado, de medias con crucifijo. Y Miley Cirus, muy en el papel, la que más, con vestido de rejilla y pelo en punta. ¿Por qué recuperar esta gala? Porque los setecientos invitados pagaron 25.000 dólares por el cubierto. Han leído bien la cantidad. En esta sociedad conviven muchos estilos de vida. Aunque ahora el punk se haya subido a la cresta de la ola de la moda. Vuelve el punk, porque vuelve la rabia.