Cans y Antonio Blanco

César Casal González
César Casal CORAZONADAS

OPINIÓN

23 may 2013 . Actualizado a las 07:00 h.

Es como lo de la aldea gala, solo que en vez de gala es aldea galega. Sucede en Cans, O Porriño, gracias a Alfonso Pato y otros entusiastas. Empezó como una broma y se ha convertido en todo un festival. Esta semana repiten otra vez éxito, con expectativas de diez mil visitantes. Mientras en Francia tienen su Cannes, en Galicia tenemos o noso Cans. El truco del nombre dio paso a la genialidad de una cita cultural que cada vez gusta más y a más. Frente a las limusinas de la Costa Azul, aquí tenemos los míticos chimpines. Esta edición además merece una reverencia. En su cartel está un homenaje nada menos que a Antonio Blanco, ese mago que habitó entre nosotros. El hombre que rodó La matanza caníbal de los garrulos lisérgicos y que escribía de cine y de televisión con un ingenio inolvidable. Para recordarlo se proyecta un documental sobre Antonio Blanco, firmado por Xacobe Sineiro y Nico Campos. Hay en el festival de Cans también más música que en otras ediciones y nuevas secciones. Más de todo para que lo que empezó como una broma no deje de ser ya la referencia que es. Nada es más hermoso que lo pequeño.