¿Reivindicación o acoso?

M.ª del Carmen González VUELTA Y VUELTA

OPINIÓN

11 abr 2013 . Actualizado a las 07:00 h.

Los escraches empiezan a ser insostenibles para los cargos públicos: alcaldes, concejales, diputados... Nadie se libra. Es cierto, como dijo ayer Felipe González, que un niño no tiene por qué aguantar esa presión a la puerta de su casa. Pero también es cierto que otros miles de niños tienen derecho a vivir en una casa como de la que van a ser desahuciados después de que la maldita crisis haya dejado sin trabajo a sus padres.

Mientras se generaliza una forma de protesta a medio camino entre la reivindicación y el acoso, la solución no es que las fuerzas de seguridad aten a los manifestantes. Habrá que trabajar en buscar salidas a dos problemas de gran calado social (los desahucios y las preferentes) que, junto a los escraches, irán a más mientras la crisis perdure.