01 abr 2013 . Actualizado a las 07:00 h.
Europa presumía de representar un modelo social y económico que cuidaba a su gente. Por desgracia, la tormenta financiera llevó a Merkel y a los suyos a sacrificarlo todo.
Los ciudadanos, primero, perdieron el empleo. Después vieron cómo se les subían impuestos y se les recortaban servicios. El colmo ha llegado cuando en Chipre se ha obligado a los ahorradores a pagar el rescate. El delirio hubiera sido acabar con la seguridad de los depósitos inferiores a 100.000 euros.
Nadie duda de que hay que tomar medidas para salir del caos financiero y la crisis económica. Y los ciudadanos han de asumir sus excesos, pero que tengan que costear los despilfarros y la mala gestión de la banca es una auténtica extorsión.