Las tentaciones del mediocre

Pablo Mosquera< / span> EN ROMÁN PALADINO

OPINIÓN

30 dic 2012 . Actualizado a las 07:00 h.

Los que hemos vivido momentos de la historia entre dos siglos nos preguntamos hasta dónde puede aguantar un país en decadencia, desde la perspectiva del paisano que teme al nuevo 2013, cargado de malas noticias para los derechos cada vez más alejados de las necesidades, gestionados por una partitocracia que se ha ganado a pulso perder el crédito y ser identificados por los ciudadanos no solo como incapaces a la hora de resolver los problemas, sino como uno de los más graves problemas, desde el momento que gobiernan mal, administran peor y se alejan -desapego de la función política, señalado por el discurso real- del tejido social.

Tentaciones de cambiar el régimen de libertades que permiten ejercer el derecho a la huelga. Ante el conflicto de la sanidad pública madrileña, la solución que se le ocurre al ungido por doña Esperanza es solicitar una nueva legislación que haga imposible la protesta. Más o menos, en el lenguaje del marxismo (hermanos Marx), ¡más madera! Tentaciones de seguir en fuga hacia adelante de un Mas cada día un poco menos capaz de encontrar el camino que evite la confrontación, no solo con el Estado de derecho. Es que ha conseguido ser, junto a Mourinho, personaje diana de la antipatía del personal. Y es que llega a creerse sus propios ensueños. Ha logrado cambiar el seny de Cambó, al que quiso emular Roca durante la transición, por la figura de un Duce, al que no le importa mentir, y sufrir la patología de la contradicción vital, que viene a ser el síntoma que sufre el hombre sometido a fuertes presiones, donde pensamiento y comportamiento se enfrentan

El honorable ha nombrado Gobierno para gestionar el mensaje de una Cataluña, potencia económica en la UE, autosuficiente sin la carga de España, dejando en el pensamiento nimiedades como la de ser la región más endeudada del Estado, con más de 5.500 euros por ciudadano, al tiempo que, tras Andalucía, la que más gasta en personal de administración.

Tentaciones para no solo olvidar los compromisos del cambio en un año. Es que se les exige a las autonomías que pasen del 1,5 % del déficit al 0,7 %, lo que impactará en los pilares básicos competenciales en materia de educación y sanidad. Mientras, a nadie se le ocurre buscar fórmulas para crecer y cambiar la crisis de ingresos del modelo económico insoportable, que genera más paro, pobreza y exclusión social.