Trabajar más y cobrar menos

Pablo Mosquera
Pablo Mosquera EN ROMÁN PALADINO

OPINIÓN

10 dic 2012 . Actualizado a las 07:00 h.

Estos días la frase ha vuelto a la primera plana de las noticias, ya que su autor, Díaz Ferrán, es un presunto delincuente, de los que llamaron de «cuello blanco». Pero hubo un tiempo cercano en que desde la CEOE emitía sentencias como la que da título a este artículo, que son la base ideológica de la reforma laboral. Evidentemente, y como ciertos religiosos, estaban predicando para las clases populares, que era el objetivo de los cambios en una reforma que ya sabemos cómo opera.

Claro que trabajar es producir. Los que no trabajan -los parados- ni cotizan a la Seguridad Social, ni consumen, ni tampoco pueden ejercer los derechos reales de la ciudadanía, como, entro otros, disponer de una vivienda digna. Y es que a los pobres que contempla la reforma laboral no se les permite esconder su hogar en un paraíso que lo ponga a salvo de los desahucios. Al pobre siempre le queda la posibilidad de acudir a un comedor social de Cáritas, mientras su vivienda pasa a engrosar el devaluado patrimonio del futuro banco malo, fruto de la rapiña promovida desde aquellas entidades de crédito social tan generosas con sus dirigentes o con clientes como los partidos políticos.

Y es que en estos tiempos de Adviento podemos asegurar que la otra célebre frase de la Navidad del 2011, «los españoles son iguales ante la Justicia», era una felicitación a modo de aguinaldo. Así se entienden las diferencias entre lo que pueden obtener los trabajadores que pierdan su trabajo, veinte días por año trabajado, hasta un máximo de una anualidad, frente a las indemnizaciones de los directivos de las cajas y bancos.

En esta Navidad hay dos novedades: según el papa Benedicto, debemos quitar a la vaca y la burra del portal de Belén. Y no habrá la paga extra de los trabajadores públicos, salvo en las Cámaras legislativas, dónde sus señorías decidieron mantener tal dotación económica, quizá para sumarse al Gobierno vasco que defiende tal derecho, que ya estaba consignada tal partida en el presupuesto del 2012, y forma parte de los derechos consolidados por los trabajadores.

A la vista del batiburrillo que soportamos, casi me conformo con quedarme como estoy, algo así como lo que le han hecho a los pensionistas. No vaya a ser que, cuando los de Bruselas repasen las cuentas ordenen lo mismo: trabajar más y cobrar menos, los que todavía puedan encontrar trabajo.

España va bien.