Ridruejo cumple cien años

Ramón Irigoyen
Ramón Irigoyen LÍNEA ABIERTA

OPINIÓN

15 oct 2012 . Actualizado a las 07:00 h.

Del 12 de octubre de 1912, fecha de su nacimiento, al 29 de junio de 1975, fecha de su fallecimiento, Dionisio Ridruejo vivió una vida de auténtica aventura política y literaria. En su primerísima juventud se enamoró de José Antonio Primo de Rivera y, ya desde la adolescencia, estaba enamorado de la poesía (llegó a publicar más de 800 poemas, casi tantos, aunque, claro, no tan buenos, como Quevedo). Su amor a José Antonio lo plasmó en siete sonetos dedicados al fundador de la Falange y le permitió, además, legarnos dos versos de la letra del himno falangista Cara al sol: «Volverán banderas victoriosas / al paso alegre de la paz». Durante la Guerra Civil, y hasta mayo de 1941, fue director general de Propaganda. Ese mismo año se enroló en la División Azul, que, junto con las tropas de Hitler, luchó contra la Unión Soviética. La experiencia de la Segunda Guerra Mundial fue para él como la caída del caballo para san Pablo: empezó a poner en cuestión los principios políticos de la dictadura franquista. En 1942 abandonó la Falange, dejando también sus cargos públicos. Fue desterrado a Ronda y San Cugat del Vallés, visitó alguna cárcel, se exilió en París y fundó el grupo político Acción Democrática.

Su libro Casi unas memorias, publicado por Península, nos revela a un español importante por su trayectoria política y por algunos libros magníficos que nos ha dejado. Por haber educado su oído escribiendo varios miles de versos, el ritmo y la musicalidad de sus poemas y también de su prosa son admirables.