«¡Bon viatge!»

Eduardo Riestra
Eduardo Riestra TIERRA DE NADIE

OPINIÓN

30 sep 2012 . Actualizado a las 07:00 h.

Más vale que se den prisa los catalanes en su independencia, porque si los pilla lo de la balsa de piedra que contaba Saramago -que la península ibérica se desprende de Europa y se marcha flotando Atlántico adelante-, van a tener españoles para hartar. En Galicia, cuando nos toque, yo, que soy editor literario, pretendo que utilicemos el método Torrente y que, al igual que hiciera Castroforte en La Saga/fuga de J. B., nuestra tierra comience a levitar y se pierda entre las nubes mientras abajo queda un profundo socavón. Hubo quien propuso que España declarase a Suiza la guerra para rendirse acto seguido, de modo que pasáramos a ser ciudadanos de aquel paraíso fiscal. A mí eso me va bien por el queso y por lo de Guillermo Tell, que me fascina desde niño. A lo mejor podemos aterrizar sobre el lago Leman y conseguimos mantener unas rías bajas de agua dulce con bateas de caracoles, algo es algo.

Lo malo de la frontera catalana es la mala imagen que da ver tanta gente los fines de semana hablando a gritos con sus parientes del otro lado de la frontera. Como en las dos Coreas o el Berlín del muro de ídem. Eso sí, cuando se acaben las naciones, como imaginaba John Lennon, tendremos un reencuentro muy emotivo. Aunque, bien mirado, si uno puede elegir, casi es mejor bajar por el lago Tanganika y mandar desde allí una postal a Cataluña: bienvenidos a casa. Nosotros, los gallegos, llegaremos un poco tarde. Akuna matata.