En una primera valoración de los datos sobre paro registrado en el mes de agosto llamaba la atención el que Galicia con casi tres mil parados menos (respecto al mes anterior) se convertía en la comunidad autónoma española campeona en la reducción del desempleo. El dato nos sitúa por encima de las reducciones que conseguían regiones con un sector turístico muy potente (Baleares o Canarias). Adelantaba que, para tener una valoración más sólida, sería conveniente hacer un análisis desagregado de esa cifra y cruzarla con otras estadísticas del mercado de trabajo.
Cuando la reducción de casi tres mil parados registrados se desagrega por sector de actividad nos encontramos con que mil cien de esas personas estaban inscritas en el colectivo de sin empleo anterior, como quiera que el número de afiliados a la Seguridad Social (tanto en el régimen general como de autónomos) no se incrementó en Galicia entre julio y agosto, solo cabe imaginar tres cosas: que o bien encontraron empleo en la economía irregular o sumergida, que dejaron de actualizar su demanda por desánimo o que tomaron el camino de la emigración.
El segundo sector en importancia en el que bajó el paro registrado en agosto fue la industria con 857 demandantes menos. Singularmente en la provincia de Pontevedra. Pero de nuevo nos volvemos a encontrar con que los afiliados a la Seguridad Social en el régimen general en la provincia de Pontevedra (y en el conjunto de Galicia) lejos de aumentar habrían disminuido ligeramente. Con lo que esas más de ochocientas personas o bien han emigrado o bien se han convertido en desanimados que abandonan el registro del paro por haber agotado sus prestaciones económicas. En ambos casos la reducción del paro registrado nada tiene que ver con haber encontrado un empleo.
El tercer sector en importancia fue el de la construcción con algo más de 700 personas. En este caso más de la mitad de esa reducción se concentra en la provincia de A Coruña con 418 parados registrados menos. Pero, de nuevo, los datos de agosto de los afiliados a la seguridad social en esta provincia lejos de un incremento anotan una ligera reducción. De manera que más de lo mismo: o emigración, o desánimo o economía sumergida. En ningún caso recuperación del empleo.
La conclusión es poco alentadora. El dato que nos situaba como campeones de España en reducción del paro registrado en las oficinas de empleo en el mes de agosto nada tiene que ver con un buen comportamiento del empleo. Se trata de parados que dejan de estar de alta en esas oficinas bien por desánimo o bien porque se han convertido en emigrantes. El asunto no es para echar pecho.