Justicia y equidad

OPINIÓN

14 jul 2012 . Actualizado a las 07:00 h.

Ayer, al comienzo de su intervención tras el Consejo de Ministros, Sáenz de Santamaría utilizó esos dos vocablos. Los filósofos morales se han interesado desde la noche de los tiempos por nuestro sentido de la justicia y la equidad, y por cómo podríamos derivar los principios y las normas pertinentes para la acción personal y política. Pero, a tenor de lo que estamos viviendo en las últimas semanas, de muy poco ha servido ese ingente esfuerzo. Porque si algo dejan claro todas esas reflexiones es que el nivel moral y democrático de una sociedad se mide, precisamente, por los apoyos que presta a aquellos de sus miembros que están en una situación de mayor fragilidad y vulnerabilidad.

Yo no saldré a las algaradas callejeras, ciertamente. Al contrario, seguiré invitando con todas mis fuerzas a la conciliación y la paz social. Redoblaré, también, mi compromiso personal con las organizaciones sociales de atención a las personas en situación de dependencia con las que vengo colaborando desde hace años, porque su papel es ahora más necesario que nunca. Y retiraré mi confianza y mi voto a quien la ha defraudado y lo ha malgastado en tan corto espacio de tiempo: porque las cosas deberían haberse hecho de otra manera, siquiera en las formas.