Los paisajes de Hockney

César Casal González
César Casal CORAZONADAS

OPINIÓN

26 jun 2012 . Actualizado a las 07:00 h.

Bilbao siempre merece un viaje, ya solo por su gastronomía. El Guggenheim, también. Pero es que ahora está abierta hasta septiembre una exposición de grandes paisajes de David Hockney, uno de los genios vivos del arte. El inglés muestra óleos de formato imponente con sus colores explosivos en los que refleja paisajes del Yorkshire de su infancia. Bosques que no dejan ver los árboles y árboles que no dejan ver el bosque. Hockney es pasado, presente y futuro de la pintura. Estuvo en el Nueva York de Warhol, se enamoró en las piscinas y las duchas de California y fue uno de los primeros en reconocer que, para sus pinceles, era muy importante la aportación de la fotografía. Hay algo que estalla en los cuadros del británico. Empezó coqueteando con el expresionismo de Francis Bacon, palabras mayores, fue luego marca del pop art y ahora sigue su camino a su aire, con la libertad que da saber que las lecciones quedaron atrás. Las estaciones de la pintura son las estaciones de una vida. Y sus naturalezas vivísimas están en las salas del Guggenheim para demostrar que retina y huella se confunden en un creador. Este británico que hizo arder el sol en el Gran Cañón y que maneja las nuevas tecnologías consagra a la primavera a su manera.