Segundos envenenados en Manchester

César Casal González
César Casal CORAZONADAS

OPINIÓN

15 may 2012 . Actualizado a las 07:00 h.

Una ciudad, dos aficiones. Manchester City y Manchester United. Dicen los que saben que en Manchester hay más hinchas del celeste City que del rojo United. El United de sir Alex Ferguson sería más bien el gran buque insignia del fútbol inglés y, como tal, es amado en toda Inglaterra. Pero si miramos con cuidado a pie de las calles de Manchester hay más corazones tintados de celeste, que es el color por excelencia del City. Lo que sucedió el domingo por la tarde en el estadio del City ocurre muy pocas veces. Dicen que el fútbol es como la vida y que te quita lo que te dio, y al revés. El United había sido campeón de Europa, nada menos, con dos goles en el descuento en el Nou Camp. Ferguson, entrenador eterno del club, lo vivió desde el banquillo. Su equipo estaba fulminado. Perdía por uno a cero con el Bayern. Hasta que dos goles en el descuento les hicieron campeones. Ayer Ferguson vivió el milagro al revés. Era campeón y casi lo celebraba, cuando se enteró de que, en el estadio de su rival, el City, primero Dzeko y luego el Kun Agüero marcaban dos goles en el descuento y lograban la victoria y el título. Cuando estaba todo perdido, la ruleta del fútbol. Son los segundos envenenados, según quien los mire, de la vida.