El momento de Jeremy Lin

César Casal González
César Casal CORAZONADAS

OPINIÓN

17 feb 2012 . Actualizado a las 07:00 h.

P arece el argumento de una película de Hollywood. Él es de California, aunque su familia es oriental, de Taiwán. No lo quiso ningún equipo de la NBA. En diciembre estaba sin contrato, hasta que los Knicks lo cogieron como segundo base suplente. Apenas jugaba dos minutos, hasta que llegó su momento. Ahora juega 39 minutos y sus promedios son espectaculares. Lo mete todo. Ha puesto de pie al Madison Square Garden, donde antes llegaron a no dejarlo pasar porque lo confundieron con un inmigrante. En el partido contra los Lakers logró 38 puntos y cegó al mismísimo Kobe Bryant, que gana en una semana lo que Lin en un año. Hasta que ha llevado a los Knicks a una racha de siete victorias enlazadas vivía de prestado en una habitación que le dejaba su hermano. Ahora Obama confiesa que no se pierde sus partidos. Logró un espectacular triple de la victoria a falta de cinco décimas frente a los Raptors, con Calderón enfrente. Botó el balón con sangre fría de veterano y tiró cuando la sirena iba a aullar. Fue la locura otra vez. De niño se reían de él, porque los orientales norteamericanos no juegan al baloncesto. Sus promedios eran buenos, pero nadie apostaba por él. Ahora es él quien se ríe del mundo. Que le dure.