Certidumbre en Andalucía, no en Asturias

Jaime Miquel
Jaime Miquel TRIBUNA

OPINIÓN

06 feb 2012 . Actualizado a las 06:00 h.

Todas las encuestas que se publiquen sobre las elecciones autonómicas de Andalucía, convocadas para el 25 de marzo próximo, anticiparán la victoria del PP con mayoría absoluta aunque muy justa, entre 55 y 57 escaños sobre un total de 109, hacia el 45 % de los votos válidos. Las mismas encuestas situarán al PSOE en el entorno del 36 % de los votos válidos, con 43 o 44 escaños, y a IULV-CA hacia el 9 % con 6 actas como peor resultado y 9 como mejor. Con menos precisión aunque suficiente, nos dirán que UPyD conseguirá el 4 % de los votos válidos y 1 o 2 escaños, y al PA hacia el 3% y quizá un escaño por Cádiz. Anticipamos que estos serán los números porque no pueden ser otros: el PSOE pierde la prima que proporciona ser la lista más votada, pero goza del privilegio que significa ser la segunda y a gran distancia de la tercera. Dicho de otra forma, lo sustancial es que en las elecciones autonómicas del año 2008 el PSOE y el PP sumaron 3,9 millones de votos y 103 actas de diputado, y que sumando ahora 3,4 millones, medio millón de votos menos, el bipartidismo conserva 101 escaños, permanece inalterable. Dicho de una tercera forma, el sistema propicia que un partido conserve su estructura de representación si alcanza la condición de primera o segunda lista más votada, y hace caso omiso de fenómenos emergentes, como el voto a UPyD, o de progresiones estimables, caso de IULV-CA. La convergencia de todos los valores recientes, tanto entre elecciones como entre ámbitos, apuntan a unas posiciones tan determinadas en Andalucía que difícilmente pueden ser otras.

Lo contrario que en Asturias, donde lo único cierto es que Francisco Álvarez Cascos ha fracasado ante sus electores y debe perder la condición de lista mayoritaria; todo lo demás es incierto y requiere de encuestas que además son de diseño complejo. Asturias se divide en tres distritos electorales a los efectos de las elecciones autonómicas. En el distrito occidental se eligen 6 diputados, y en el oriental 5. Ambos exigen porcentajes muy altos para obtener representación, mientras que en el distrito central se eligen 34 diputados y se consigue un acta con algo más de 18.000 votos, un número asequible incluso para UPyD.

En principio, el Foro Asturias de Álvarez Cascos perderá votos en dos frentes, parte de sus votantes regresarán al PP y otros de origen PSOE se desmovilizarán. El PP debe obtener más votos que FAC y la ventaja en los restos de los dos distritos no proporcionales, más ventaja aún en el distrito proporcional, sobre todo si consigue la prima de ser la lista más votada, lo que entra dentro de lo probable. Que el PSOE sea capaz de defender los 179.398 votos que consiguió en las elecciones autonómicas del mes de mayo pasado está por ver. Si Jesús Iglesias, candidato de IU-Los Verdes, es capaz de hacer su campaña enfrentándose a un sistema que incluye al PSOE, y no a la derecha, que lo sitúa como compañero, puede sorprender; los derrotados votantes socialistas necesitan un proyecto que les represente más que Rubalcaba o Chacón.