Otro escritor que se pasa a la autoficción. Recurso que ya había utilizado. Paul Auster ha publicado antes en gallego y castellano su Diario de invierno, que aún no ha salido en inglés. Excelente la edición de Galaxia. El libro se puede conseguir en edición digital en ambas lenguas. Y ¿qué cuenta Auster? Su vida. Así de sencillo y complejo. Aprovecha que cumple 64 años para mirar hacia atrás. Utiliza una segunda persona que le permite hablar de sí mismo, de sus dos mujeres, de sus dos hijos, de sus padres, con cierta distancia. Nos cuenta accidentes de coche, enfermedades. Narra el divorcio de sus padres y, años más tarde, el impacto de sus muertes. Hace memoria para trazar la difícil geografía de los sentimientos. Y lo hace con cierta franqueza. Confiesa sus ataques de pánico, que casi lo dejan en fuera de juego, o las veces que tuvo que mirar ya a la muerte cara a cara. Un hallazgo cuando utiliza como hilo conductor de su biografía el recuento de las casas en las que vivió, alquilado o luego como propietario. Invita a pensar en las habitaciones por las que también pasó quien lo lea. Nieva en Nueva York y nieva en todas las vidas. Y, a pesar del frío y de los malos momentos, vivir es maravilloso. Auster nos recuerda que siempre aparecen refugios y personas en las que refugiarse.