Gasoductos y estrategias

| ALFONSO DE LA VEGA |

OPINIÓN

04 nov 2004 . Actualizado a las 06:00 h.

EN UN ANTECEDENTE del embarrancado Plan Galicia, nuestra comunidad ha llegado un poco tarde al desarrollo del sistema logístico primario del gas natural. Ayer se emprendió una nueva fase de la gasificación de Galicia, esta vez por iniciativa privada. Al principio de los 90 la empresa pública Enagás estuvo realizando una prospección de los mejores lugares para fijar la planta de regasificación que debería cerrar el sistema logístico primario por el Noroeste de España. Estudió posibles puertos, desde El Musel en Gijón hasta Aldán, en la península del Morrazo. Los mejores en Galicia eran Viveiro y Ferrol. Pero por razones de seguridad y medio ambiente desechó en su momento la ubicación dentro de la ría ferrolana trasladando la ubicación, más costosa, a su entrada norte en la zona de Caneliñas, junto al futuro puerto exterior, para lo que realizó las expropiaciones consiguientes. Pero Felipe González se vio en la necesidad de pactar con los nacionalistas catalanes para mantenerse en el poder y cedió a precio de saldo al capital catalán la empresa pública española. Y la visión de la inversión pública desde la perspectiva de los intereses estratégicos nacionales no tiene por qué coincidir con la privada de cada grupo de empresarial en que se prima no sólo los propios beneficios sino el no favorecer a los competidores y menos si los centros de decisión quedan tan lejos de esta tierra. Así, Durán Farell convenció a Fraga de que la planta ya no era necesaria y se sustituyó por el gasoducto de transporte desde Portugal. Cuando el presidente de la Xunta se dio cuenta de su error trató de repescar el proyecto, ahora con grupos empresariales autóctonos interesados, especialmente tras el protocolo de Kioto, en no perder el futuro del desarrollo de las nuevas plantas térmicas más eficientes y limpias de ciclo combinado y gas natural. Cayó Enagás, ahora la siguiente pieza puede ser Repsol. Vamos a ver qué consecuencias tiene la reordenación del sector energético para Galicia. Los precedentes no son nada buenos. Información en la página 32