Crueldades electorales

GERARDO G. MARTÍN

OPINIÓN

02 mar 2004 . Actualizado a las 06:00 h.

LO ÚLTIMO que me imagino es a Mariano Rajoy y a José Luis Rodríguez Zapatero dándose la paz en la misa de doce, el domingo 14-M. En el fondo quizá solamente lo quiera Piqué, pero lo vienen pidiendo muchísimos, no sé con qué grado de sinceridad, pero es evidente que hasta ahora han fracasado en sus intentos de pacificar la campaña. No es una verdad absoluta que a medida que se aproxima la fecha de la visita a las urnas los enfrentamientos tengan más aristas. Ya hace más de dos meses y medio que le escuchaba a Santiago Carrillo, en una tertulia, definir a los ministros Michavila y Acebes como los siameses. «Siameses, sí -decía el ex líder eurocomunista- a los que parece que han separado hace poco y se han repartido los dos un solo cerebro...». Ejemplos semejantes cabrían mil. No creo que sea yo el único español que escucha en su entorno abundantes agresiones verbales durísimas, de personas de una franja política contra la de enfrente y viceversa. Hasta donde yo alcanzo, mucha gente de la calle no se comporta verbalmente de manera menos agresiva que algunos comentaristas y una parte significativa de los líderes políticos. No veo indicios de que hayan renacido las dos Españas por ninguna de las diecisiete esquinas que tiene este país, pero sí ha resurgido una dureza en la expresión, una crueldad a la hora de enjuiciar al prójimo políticamente menos próximo que, ciertamente, sorprende. Si eso ocurre en la calle, en los bares, en los estadios, ¿por qué iban a actuar de otro modo los políticos, de no ser aquellos, me temo que poquísimos, que tengan conciencia de que su liderazgo les obliga a ser también guías sociales? Si, de acuerdo con mi impresión, numerosas bases del PP piden no sólo derrotar sino también liquidar al terrorismo y aún a todo lo que esté, a su leal saber y entender, en las inmediaciones de los terroristas, ¿no son acaso los políticos que practican el insulto los que más asemejan su perfil al de sus eventuales votantes?