CAZAN UN VIEJO GAZAPO DE GRAN TAMAÑO

La Voz

OPINIÓN

ARTURO LEZCANO El Amigo del Lector tenía la esperanza de haber recibido, a su retorno de las vacaciones, por lo menos tantos «correos» como Richard Gere, si no como Antonio Banderas o Tom Cruise. Nada de eso, sin embargo. Se ve que el «ferragosto» popularizado por los italianos como tantas otras cosas, está aclimatándose hasta tal punto aquí, que pronto alcanzaremos la cabeza. No faltan, claro, los celosos correctores del lenguaje, siempre en lo cierto, ni los integristas habituales de todos los colores, dispuestos a sus interpretaciones particulares y contrapuestas. A todos, ellos, con excepción de los anónimos impenitentes, les contestamos. Primero nos ocuparemos de dos denuncias de alguna gravedad y diferente índole.

08 sep 2001 . Actualizado a las 07:00 h.

En sendas cartas los corrsponsales se asombran y quejan de una crónica publicada el pasado 16 de agosto. María Teresa Rodríguez Varela, de Redondela (Pontevedra) y Tomás Benavides García, de Oleiros (A Coruña) descubren que en el reportaje de La Voz sobre el concierto Los 40 Principales, en el Parque Europa de A Coruña, se afirmaba textualmente que «...uno de los triunfadores de la noche, Los Caños, hicieron vibrar a un público femenino más que dispuesto a entregar su amor a los imberbes gaditanos.» En realidad, el grupo no hizo acto de presencia. Los remitentes no ahorran severos reproches por la «poca profesionalidad de algunos periodistas, ya que realizaron la crónica sin asistir al concierto», lo cual, concluyen constituye «un fallo muy grave para el diario de mayor difusión de Galicia, que espero no se repita.» No hay, en efecto, paliativos, sobre todo en el apogeo de los teléfonos móviles. De todas formas vamos a echar más tierra sobre nuestro propio tejado. Esta caza de un gazapo de gran tamaño forma parte de la tradición lamentable del periodismo de todos los tiempos. La historia de la prensa escrita abunda en crónicas y, lo que es mucho peor, sesudas críticas en torno de conciertos o exposiciones de artes plásticas que no llegaron a celebrarse, a veces de creadores de gran talla. Por suerte nunca, que sepamos, se incurrió en censuras sino en elogios. Prometemos, hasta límites humanos, enmendarnos. No se entienda esta explicación como exculpación alguna. En cambio puede valer como relativa atenuante la hora avanzada de conclusión de estos conciertos de verano, la proliferación de grupos y el afán del diario por dar noticia del acontecimiento popular al día siguiente. Otro lector deplora con «asco» dice, la inserción de una información gráfica mediante la que «he podido enterarme del nombre, actividades y, sobre todo, el teléfono de contacto de un grupo neonazi en activo. El responsable debería dejar la profesión.» «Fotonoticia» Javier Armesto, jefe de Área de Actualidad, comenta al respecto: «La fotografía es harto elocuente sobre la personalidad de quienes consideran a los inmigrantes unos ''invasores'': el público, visto de espaldas, está compuesto en su mayoría por ''cabezas rapadas''. La ética periodística impide retocar las fotografías, por lo que no se puede evitar que se aprecie el teléfono del grupo que organizó el acto. En cuanto a la publicación del nombre y las actividades del mencionado grupo, obedece a lo mismo que cualquier información que aparece en el periódico: es noticia. El escaso espacio dedicado determina su menor relevancia. Se trata, en definitiva, de una fotonoticia, con la que el lector puede sacar sus propias conclusiones a partir de una imagen», argumenta. Corrección Jaime Vidal Macho, de Oleiros (A Coruña) señala un error indiscutible, en el que suelen reincidir los medios de comunicación, La Voz en este caso: «...en una entrevista a doña Carmen Sanz, ésta dice que forma parte de los 800.000 superdotados que hay en España, insistiendo en que tardó 38 años en descubrir su ''coeficiente de inteligencia''...Yo desearía que Vd. aclarase, de una vez por todas, que lo que se mide no es un coeficiente sino un cociente de inteligencia...» Sin duda. El diccionario de la RAE remite en coeficiente intelectual a cociente intelectual, definiéndolo así: «Psicol. Cifra que expresa la relación entre la edad mental de una persona y sus años.» También tiene razón en parte Amancio Novoa Sieiro, de Pontecaldelas (Pontevedra), profesor de Formación Vial. «A una glorieta nunca se le puede llamar rotonda», asevera María Moliner, en su Diccionario de uso del español, acepta «3, Plaza con jardines, en una población», después de describirla asimismo como «espacio en un jardín, cerrado y cubierto de plantas enredaderas», «cenador» y «plazoleta en un jardín.» Sólo la cuarta acepción coincide con la defendida por Novoa: «Plaza donde desembocan varias calles.»