
Con 34 puntos en 21 encuentros, suma números de promoción desde la llegada del técnico vasco
17 may 2025 . Actualizado a las 17:08 h.Realmente, no hay mejor maestro en la vida que la experiencia más amarga, esa vivencia dura pero reveladora que nos obliga a reconducir opciones y prioridades en el proceso de adaptación a nuevas realidades. Y esa dicotomía entre opciones y prioridades se convierte en necesaria en todos los estamentos del Racing Club Ferrol ante el nuevo escenario que se avecina en categoría no profesional. Es el momento de que, quienes dirigen el club, transmitan con firmeza que la prioridad absoluta es mantener el sueño de alcanzar esa máxima categoría que se nos resiste en nuestros ciento seis años de historia. Es el momento de que futbolistas llamados a marcar diferencias en la nueva categoría consideren prioritario el nuevo proyecto deportivo y se mantengan en el club con el firme propósito de formar parte de esas páginas en blanco, las más felices y gloriosas, que aún están pendientes de ser escritas. Y, sobre todo, es el momento de que los aficionados dejemos de mirar al suelo si de verdad lo que pretendemos es tocar el cielo, priorizando, con nuestro sentimiento de pertenencia, ese amor incondicional que nos une a la entidad y que trasciende resultados y categorías. Demostremos que, cuando las prioridades están claras, las decisiones resultan fáciles y que, remando todos en la misma dirección, los imposibles comienzan a convertirse en inevitables.
? #LaPrevia del #RacingFerrolCádiz
— Cádiz Club de Fútbol (@Cadiz_CF) May 17, 2025
? ¡La primera victoria oficial en Ferrol llegó hace 55 años!
?? 27 de diciembre de 1970
? 17ª jornada de @LaLiga2
?? 0-1 (Paco Baena) pic.twitter.com/Wh1MZWky5a
A falta de tres jornadas para que baje el telón de esta intensa temporada, nos visita uno de los grandes nombres del fútbol español, aunque convertido, esta vez, en una de las grandes decepciones del campeonato. Un Cádiz que, pese a contar con el límite salarial más elevado de toda la categoría, aún no ha conseguido sellar su permanencia matemática, ya que un triple empate a 52 puntos con Eldense y Real Zaragoza, podría arrastrar a la histórica entidad gaditana a un destino que no entra en sus planes.
El conjunto cadista comenzó la temporada con el objetivo de recuperar la categoría perdida, renovando a diecisiete jugadores que ya pertenecían a la entidad la temporada anterior en Primera División y reforzado con incorporaciones de talento contrastado. No obstante, los resultados no acompañaron. Bajo la dirección de Paco López, los números fueron crueles, sumando únicamente dieciocho puntos en idénticas jornadas y ubicando a los gaditanos en posición de descenso.
Fue entonces cuando el club decidió mover ficha. Gaizka Garitano tomó el mando y, con él llegó algo más que un entrenador, llegó la esperanza. En sus manos, el Cádiz ha sumado 34 puntos en 21 encuentros, números que, con una línea de salida diferente, habrían alimentado sueños de ascenso en lugar de temores de caída.
Y a ese cambio de rumbo también se sumaron decisiones valientes desde los despachos. En el mercado de invierno abandonaron la entidad Iván Alejo, Tomás Alarcón, Rominigue Kouamé y Cristian Glauder, llegando jóvenes con hambre procedentes de Primera RFEF, como Iker Recio y, sobre todo, Mario Climent, que se ha adueñado de la banda izquierda con una mezcla de descaro, talento y determinación, sumando tres goles, cuatro asistencias e incluyendo su nombre en la agenda de clubes de superiores categorías.
SISTEMA DE JUEGO
1-4-2-3-1 como prioritario y 1-4-4-2 como variante
El técnico vasco del conjunto cadista ha apostado, de forma prioritaria, por el sistema de juego 1-4-2-3-1, sustentado en la excelente calidad técnica de varios de sus jugadores más creativos que ocupan su posición en la media punta. No obstante, en determinados encuentros, ha recurrido a una estructura 1-4-4-2, ajuste que no ha ofrecido el rendimiento esperado.
Son habituales en el once titular de las últimas jornadas José Antonio Caro, tomando el relevo en portería tras la lesión de David Gil. Joseba Zaldúa o Iza Carcelén en el lateral derecho, con Fali y Bojan Kovacevic en el eje de la zaga, aunque la irrupción goleadora de Víctor Chust, con dos tantos conseguidos en las dos últimas jornadas, podría devolverle la titularidad perdida recientemente, y la presencia de Mario Climent en el lateral izquierdo. Rubén Alcaraz y Álex Fernández, con permiso de Moussa Diakité, en sala de máquinas, con Rubén Sobrino en banda derecha, Javi Ontiveros en izquierda y Roger Martí, con Carlos Fernández en la recámara, como referencia ofensiva, tras la lesión del habitual titular Chris Ramos. Opciones de titularidad para José Antonio de la Rosa en banda y menor protagonismo en esta fase de la temporada para José Matos en el lateral izquierdo, Luis Hernández en el centro de la defensa, el lesionado Gonzalo Escalante y Fede San Emeterio en el medio centro y Brian Ocampo en banda. Completa la plantilla el delantero Francisco Mwepu, baja de larga duración por lesión.
ESTILO DE JUEGO
Mayor contundencia en áreas desde la llegada de Garitano
La llegada de Garitano al banquillo cadista ha supuesto el punto de inflexión necesario para reorientar el rumbo de la temporada. Su apuesta por una presión en bloque medio-alta, solidaria y bien organizada, junto con una disposición de líneas compactas y una mayor contundencia en ambas áreas, explica, en gran parte, el brillante rendimiento del equipo en la segunda vuelta de campeonato.
Esa presión, intensa e inteligente, ha sido decisiva en varios encuentros del campeonato. Basta recordar lo ocurrido ante el Sporting de Gijón hace apenas tres jornadas, donde esa asfixia colectiva terminó por desnivelar el marcador En acciones de ataque posicional, el Cádiz de Garitano explota con precisión los canales exteriores, buscando avanzar con velocidad y profundidad. Desde ahí, llegan los envíos al área, donde el equipo exhibe una de sus mayores fortalezas: el brillante juego aéreo de sus delanteros, que se imponen con determinación en los duelos individuales tanto en acciones de finalización como en desplazamientos en profundidad desde la línea defensiva cuando las circunstancias del juego exigen a los cadistas practicar fútbol directo.
Pero no todo es verticalidad. Con el transcurso de las jornadas, el equipo ha ganado en madurez y compenetración, especialmente en la conexión entre la pareja de pivotes y la línea de medias puntas, generando situaciones de superioridad numérica en los pasillos interiores y rompiendo líneas mediante pases filtrados o conducciones que aceleran el ritmo de juego y sorprenden al rival.
FASE OFENSIVA
Brillante juego aéreo como principal virtud
En fase ofensiva, atrás quedaron las acciones de ataque posicional previsibles, lentas de ejecución y carentes de la profundidad necesaria que marcaron la etapa anterior. Bajo la dirección de Gaizka Garitano, el equipo exhibe un patrón reconocible, marcado por automatismos clásicos de su libreta: progresión ordenada por banda, centros laterales precisos y la presencia de hasta cuatro jugadores en zona de finalización.
La idea es clara y los números hablan, con doce goles obtenidos de remates de cabeza en el área rival, evidenciando una efectividad aplastante, tanto ante centros laterales como en las acciones de estrategia, dos de las armas más letales del conjunto gaditano en esta segunda vuelta.
Asimismo, muestran brillantez en las transiciones ofensivas, en las que sus jugadores más adelantados sacan a relucir una excelente velocidad para dirimir duelos individuales en su favor, romper líneas y encarar la portería adversaria con determinación.
A nivel individual, destacar la brillante temporada realizada por Javi Ontiveros, asumiendo la responsabilidad ofensiva del equipo en situaciones críticas, la capacidad realizadora de Chris Ramos y la ya comentada irrupción de Mario Climent en el flanco izquierdo.
FASE DEFENSIVA
Cierta lentitud en el sector central
La llegada de Garitano al banquillo amarillo supuso, como marca registrada en todos sus proyectos, el refuerzo inmediato del sistema defensivo, una prioridad necesaria tras la fragilidad mostrada en la primera vuelta de campeonato. Su propuesta ha devuelto al Cádiz una mayor contundencia en área propia, una menor distancia entre
líneas, una mayor agresividad en los duelos y una intensidad defensiva evidenciada en estadísticas, al ser, actualmente, el segundo conjunto de la categoría cuyas entradas se convierten en falta, dato que demuestra el compromiso colectivo con la recuperación de balón.
Uno de los avances más visibles ha sido la corrección de errores en la salida de balón desde la zaga, talón de Aquiles en la primera fase de la temporada. Sin embargo, aún quedan aspectos por mejorar: la toma de decisiones en el seguimiento de marcajes en acciones de estrategia, la lentitud mostrada al defender balones jugados a espaldas de sus y las transiciones defensivas mal ajustadas.
Además, persiste un problema tan puntual como costoso: la excesiva comisión de infracciones innecesarias en el interior de su propio área sancionadas con la pena máxima que han resultado determinantes en varios de sus encuentros.
En definitiva, un duelo entre dos conjuntos que, por caminos distintos, han quedado muy alejados de las expectativas trazadas al inicio de temporada y que se encuentran hoy unidos por el mismo anhelo: regresar a esa categoría que, por historia, afición y dignidad, ambos merecen. Porque, como alguien escribió, el auténtico secreto de la vida no es otro que tener un lugar al que regresar.