El tercer gol de Jauregi fue lo más positivo de un equipo ferrolano que no encuentra el camino y que encajó siete tantos en los dos últimos partidos
29 sep 2024 . Actualizado a las 22:48 h.El Racing no tiene buena pinta. Tras siete jornadas de liga, el equipo ferrolano sigue sin dar señales de que tenga equipo para competir en una categoría tan exigente como la Liga Hypermotion. Cada jornada que pasa está parece más complicado que Cristóbal Parralo, con lo que tiene en su plantilla, consiga formar un equipo que rinda a un nivel suficiente para ganar. El preparador insiste en que confía en sus jugadores y en que el único camino para superar la actual situación (3 puntos en 7 encuentros) es el trabajo, aunque el enfermo sigue mal y no da muestras de que vaya a mejorar.
En 630 minutos de liga ya disputados, los racinguistas nunca han conseguido ponerse por delante del marcador, siempre han ido a remolque, lo que ha provocado una gran ansiedad, precipitación y graves errores en defensa.
En la primera parte del encuentro frente al Córdoba el equipo dejó en evidencia las muchas carencias que le afligen este año. Sin la posesión de la pelota el equipo sufre y se hace previsible, sobre todo en ataque, ya que apela siempre a los balones en largo, para que Dorrío o Bebé se la jueguen en banda y consigan hacer un buen centro.
La presión adelantada del Córdoba puso en apuros a un equipo ferrolano al que le falta agresividad, sobre todo en la pelea por los balones divididos, llegó siempre tarde. El primer gol del Córdoba, en un saque en corto, la falta de atención de todo el equipo fue injustificable. Demasiados desajustes por parte de los verdes que fueron aprovechados por el Córdoba para hacer un gol y enviar dos balones a los palos.
El medio campo del Racing con Señé y Perea, dos jugadores de un perfil parecido, no funcionó se vio siempre superado por el trabajo de Gerardo, Isma y Álex Sala. La sala de máquinas de los ferrolanos no funciona desde que arrancó el campeonato. Ya han pasado por ahí, Fran Manzanara, Álvaro Sanz, Señé, Perea, Álex López o Gelardo. El Racing tiene jugadores de sobra en el medio campo, aunque el motor verde no funciona bien.
La reacción del equipo en la segunda parte, con un Bebé que comenzó a dar señales de vida, fue la nota positiva del encuentro, así como el trabajo de Eneko Jauregi, quien envió al fondo de la red en primer balón que le llegó, aunque poco más pudo ya rematar.
Solo un espejismo
Tras el empate a un gol, el Racing se hizo con el balón y comenzó a dominar. Los extremos de la pasada temporada lo solucionaban todo por fuera, aunque esta campaña cuesta más llegar arriba. Los ferrolanos juegan en largo, aunque sin desmarques de apoyo y los laterales rara vez se suman al ataque, por lo que tanto Bebé, que en este partido dejó muestras de su enorme calidad, como a Dorrío, les cuesta mucho llegar y hacer buenos centros.
La alegría para el Racing duró poco. En lugar de aprovechar el momento, el equipo se volvió a meter atrás, dejó el balón al Córdoba y los andaluces volvieron a llegar arriba con claridad.
Al Racing le costó más cerrar por banda, con un Bebé ya cansado y así llegaron dos goles más de los andaluces.
Los ferrolanos no atacan bien y han perdido la solidez defensiva del arranque de liga. Son siete goles recibidos en los dos últimos partidos. Y el sábado llega el Elche al campo de A Malata.