Los ferrolanos regresan de Cádiz con un punto, gracias al trabajo defensivo, y sumando su cuarta jornada consecutiva sin marcar
16 sep 2024 . Actualizado a las 12:53 h.Los partidos de fútbol se resuelven en las área. El Racing ha cimentado bien su defensa, es un auténtico muro, con una pareja de centrales impecable, que lo saca todo, aunque cojea en la otra área, en la que se consiguen los goles que permiten ganar los partidos. En ataque, los ferrolanos, más que un equipo en construcción, dejan patente, al menos de momento, que falta talento, desequilibrio y jugadores que marquen la diferencia. Ya no es echar de menos a los que marcaban diferencia en la pasada temporada y ya no están, sino que los que están generan serias dudas. El Racing llega bien a los tres cuartos de campo y a partir de ahí se le apaga la luz, no hay claridad en el pase, ni se toman buenas decisiones, mientras que sobra precipitación. Falta profundidad.
El choque de Cádiz no ha sido un mal día, es el cuarto partido de liga consecutivo en el que el equipo no marca.
Cristóbal resolvió muy rápido la defensa con Puric y Naldo como centrales, que era lo que tenía tras la lesión de Erick Cabaco y David Castro, dando confianza a Brais en el lateral izquierdo y apostando por Aitor Buñuel en la derecha. El segundo paso ha sido construir el medio campo. Probó con Fran Manzanara y no salió. Ahora ha dado la batuta a Álvaro Sanz y Señé y el equipo ya muestra otras cosas. Tras sufrir en la primera parte, cuando ellos se hicieron con la posesión de balón, el Racing dejó de sufrir, de correr detrás de la pelota y comenzó a defenderse con el balón. Ahora, Cristóbal necesita encontrar a un jugador que haga el trabajo de ese media punta que el equipo no tiene. Probó a Luis Perea y en Cádiz apostó ya por Chiki. Incluso en Cádiz metió a Álex López, que no dejó malas sensaciones.
Álvaro Giménez tarda en lograr la forma, en la pasada temporada su primer tanto tardó en llegar, aunque cuando se entona es un buen delantero. Lo mismo se puede decir de Jauregi, que anotó los dos goles frente al Málaga, que en la pasada temporada hizo seis tantos con el Amorebieta y en la anterior quince goles en la Primera Federación, siendo decisivo en el ascenso del cuadro vasco a la máxima categoría. Cristóbal tiene que encontrar ahora la forma de que le lleguen buenos balones a estos dos delanteros, jugadas que ellos puedan aprovechar para rematar a portería.
La solución parece difícil que pueda llegar por las bandas. Bebé es un buen jugador, aunque tampoco es que tenga un gran desborde, lo suyo es buscar un zambombazo desde fuera del área y que acabe en la red. Dorrío no acaba de despuntar, no le sale casi nada y no se va de nadie.
Manu Vallejo y Nacho
Lo que hay en los extremos, al menos de momento es lo que hay. Queda la bala de Manu Vallejo, que sigue trabajando para ponerse en forma, así como la de Nacho Sánchez y su velocidad. Es agarrase a un clavo ardiendo, aunque son opciones que habrá que probar a ver si mejoran lo que hay. Si Cristóbal encuentra soluciones en ataque, habrá equipo para competir con dignidad y lograr la permanencia. También es posible que haya ansiedad y que haya más en ataque de lo que ahora mismo parece.
El balón parado
Las acciones a balón parado tienen que ser también una arma ofensiva para el Racing. Señé las pone de cine desde el córner y Puric no solo es alto (mide 1,96) sino que va bien de cabeza. Frente al Cádiz dispuso de una gran ocasión, aunque no pudo rematar. Para los partidos atascados, la estrategia siempre es una solución.