De La Masía a A Gándara: Álvaro Sanz, tiquitaca para el Racing de Ferrol

Elba de la Barrera Agulló
E.Barrera FERROL / LA VOZ

OPA RACING

JOSE PARDO

El de Caspe llegó a debutar en Champions con el Barcelona de Xavi

10 sep 2024 . Actualizado a las 17:56 h.

Con catorce años tomó una decisión que le cambió la vida y que, de uno u otro modo, le ha traído hasta A Malata. Álvaro Sanz (Caspe, 2001) dejó Zaragoza por Barcelona siendo solo un chaval que veía La Masía como su gran oportunidad para labrarse un nombre en la meca del fútbol español.

Ocho años de su vida vinculado a un combinado que conoce bien su actual técnico Cristóbal Parralo. Allí, a las órdenes de Garcia Pimienta, Sergi Barjuan o Rafael Márquez, se desempeñó el maño como interior, lateral o pivote defensivo. Demarcación esta última a la que regresó en su primera titularidad vistiendo la camiseta del Racing Club Ferrol.

Y es que al mediocampista, en enero del 2023, le volvió a tocar un cambio de aires. Hizo las maletas y se despidió de Cataluña para asentarse en Miranda de Ebro con ánimo de dar un paso al frente y dejar atrás la Primera Federación y el filial blaugrana y convertirse en jugador del Mirandés y de Segunda División. Tanto con Extebarria, actual preparador del Eibar, como con Alessio Lisci tuvo protagonismo el maño en el terreno de juego.

Volver al origen

En este mercado de verano el actual dorsal seis se convirtió en la gran apuesta por la calidad del tándem Carlos Mouriz-Cristóbal Parralo. Sin acaparar focos en la pretemporada y con apenas poco más de media hora disputada en las tres primeras jornadas, Álvaro Sanz fue llamado a filas ante su exequipo por el entrenador tranquilo para recuperar la posesión y huir del pelotazo como solución. Una apuesta por el tiki-taka que, pese a no haber solventado la falta de mordiente ofensiva que acusa la escuadra verde, sí dejó una nueva imagen en la que el de Caspe tiene mucho que ver.

A falta de un mayor escalonamiento de las líneas y mayor riego de ideas en la medular, su situación como nexo entre vanguardia y retaguardia apunta a habitual en la idea de Cristóbal.

Tanto es así que el domingo Sanz sacó a Naldo de un error que pudo costar un tanto al cuadro local: «Los pivotes estamos para eso. Tanto en la salida de balón para ayudar a los centrales como para corregir los pocos errores que cometan ellos», restaba peso el maño, que no dudaba, además, en deshacerse en elogios hacia la pareja de centrales de la escuadra verde.

«Teniendo a Naldo y a Aleksa detrás cualquiera hace buen papel ahí», valoraba sobre su posición de stopper ante el Mirandés. Una demarcación de la que, más habituado a desenvolverse como interior en Anduva, tuvo que desempolvar el manual, según admitió. «Hoy he jugado algo más posicional. Josep (Señé) y Luis (Perea) tienen más llegada y abarcan más campo. Era una posición en la que hacía tiempo que no jugaba y falta el entendernos y, poco a poco, iremos conociéndonos un poco mejor», subrayaba el jugador que, en poco más de un año y medio, ha cambiado la Ciudad Deportiva del Barcelona por el campo de entrenamiento de A Gándara.

Capacidad de adaptación al servicio de un equipo que no sabe todavía lo que es ganar. «Le debemos ya la primera victoria en casa a la afición. Queda mucha liga y todos juntos lo sacaremos adelante», compromete un Sanz llamado a desatacar con su juego fácil los pasillos interiores del Racing Club Ferrol.

Mallorca y Viktoria Plzen, dos rivales marcados a fuego

Y es que, prueba de Álvaro Sanz tiene ese algo que buscan los equipos grandes, es que el currículo del maño incluye participaciones con el primer equipo del Barcelona en la Liga y en la Champions.

En liga debutó con el cuadro blaugrana ante el Mallorca, en un partido que se saldó con 0-1 favorable a los culés. Saltó al campo en el 71 para relevar al gallego Nico González en enero del 2022 y, tan solo unos meses después, daba el gran salto a la Liga de Campeones bajo las órdenes de Xavi Hernández contra el Viktoria Plzen. «Que me ofreciera y jugara fácil y no perdiera balones». Así rememoraba en la televisión blaugrana las indicaciones del míster un Álvaro Sanz apodado como El Tanque por Ansu Fati en el juvenil B porque, confesaba el maño, «chocaba con todos en el campo y recuperaba muchos balones».

Arnau Tenas, Ansu Fati, Gavi o Jaume Jardí, héroe del ascenso del Racing, compartieron filas con esta potencial pieza clave para un Racing que necesita clarividencia para encontrar su idea.