El tercer partido de la temporada nos deparaba el primer derbi gallego.También nos encontrábamos con algunas novedades en el 11 de Imanol Idiakez: 1-4-4-2 con Helton Leite en la portería, Mella de lateral izquierdo, Soriano y Yeremay en los perfiles, el 9 (Barbero) en el campo y Lucas “libre”. Enfrente el Racing de Ferrol, sin duda uno de los equipos más regulares los dos últimos cursos y un Depor con la necesidad de pulir aquello que le hizo fuerte la temporada pasada, solidez defensiva con posesión rival y el balón parado, esperando la aparición de sus jugadores diferenciales. Una primera parte competida, con pocas ocasiones y dos equipos que apenas sufrían en transiciones del rival o defendiendo en bloque bajo.
Salvo alguna acción individual de Yeremay, el conjunto herculino se veía lastrado a la hora de generar en ataque posicional y con demasiadas imprecisiones para transitar con velocidad cuando se superó el bloque alto del equipo ferrolano. Quizá la no presencia de Yeremay en su perfil habitual y Mella posicionado en la línea de cuatro defensiva, no ayudaba. La segunda parte comenzó como terminó la primera, con la salvedad de que apareció Yeremay en el carril izquierdo para inventarse un gol de bandera, y casi materializando otro igual pocos minutos después.
Los ferrolanos se aferraban al balón parado para intentar al menos llevarse un punto de Riazor, pero el Deportivo había aprendido la lección, hundido en bloque bajo cuando lo necesitaba, mejoría en la defensa del balón parado y no concediendo la posibilidad de transitar a los visitantes. Con balón, solo había que buscar al 10 blanquiazul, que se adueñó del partido, generando en cada acción: también marca la diferencia en esta categoría.
Concluyendo, podríamos decir que este Deportivo volvió a parecerse al equipo de hace unos meses, con un rumbo marcado pues tal y como decía Séneca «ningún viento es favorable para el que no sabe a dónde va». Primera victoria.