Los vecinos asumen con normalidad la libertad de Fernández Castiñeiras

Camilo franco / Xurxo Melchor SANTIAGO / LA VOZ

CULTURA

La catedral de Santiago no adopta medidas de seguridad especiales

01 feb 2013 . Actualizado a las 18:46 h.

La libertad provisional del autor confeso del robo del Códice Calixtino ha sido recibida con normalidad, tanto entre sus vecinos como en la Catedral de Santiago. Tras su salida de prisión en la tarde del martes, Manuel Fernández Castiñeiras deberá presentarse cada semana desde el próximo lunes en el juzgado de Compostela que dirige José Antonio Vázquez Taín.

En O Milladoiro, donde la familia Fernández Castiñeiras tenía hasta el pasado julio su domicilio habitual, los vecinos del edificio en el que residía explicaban ayer que ignoraban el paradero del autor del célebre robo y que tampoco sabían si pasaría esos primeros días de libertad en esta vivienda, en el ático que posee en Sanxenxo o en otro lugar.

Persianas cerradas

Los vecinos de la avenida Rosalía de Castro de O Milladoiro explicaron que las persianas del piso permanecieron cerradas a lo largo de todo el día y la vivienda de la familia sin signos de uso. Apuntaron también que no se ha visto mucho movimiento en la vivienda familiar en los últimos meses y que desconocían si la familia Fernández Castiñeiras reside habitualmente en la que fue su casa hasta el 3 de julio del año pasado, cuando se produjo la detención del acusado, su mujer y su hijo.

Aunque una parte de los vecinos habían solicitado en su día al juzgado que ordenase un alejamiento del edificio para Fernández Castiñeiras, esa orden no llegó a materializarse, puesto que todavía no se ha concluido la instrucción de la parte de la causa relativa al supuesto robo de correspondencia.

Los vecinos pidieron el alejamiento tras localizarse en los registros de las viviendas y trasteros de la familia de Castiñeiras numerosas cartas dirigidas a vecinos suyos, algunas de ellas con tarjetas bancarias. Aunque al parecer la manera en que se sustraían las cartas era selectiva, y no afectaba a todos los residentes del inmueble por igual, los afectados pidieron que, en caso de concederse la libertad provisional, no pudiera volver a alojarse en su piso de O Milladoiro.

Para facilitar la gestión de la causa del Códice, el juzgado decidió dividir en dos partes la causa inicial. En la principal se instruyó lo relativo al Calixtino, al dinero y a otros objetos de la catedral localizados en su domicilio. La otra causa, la relativa a la violación de correspondencia, continúa por ahora instruyéndose.

Acceso vetado a la catedral

Entre las prohibiciones que establece el auto de libertad provisional destaca la orden de alejamiento que Castiñeiras tiene de la catedral de Santiago, donde tiene vetado el acceso a todas sus instalaciones.

Desde la administración de la catedral compostelana se explicaba ayer que no se habían tomado medidas extraordinarias en este sentido y que no estaba previsto tomarlas. La intención es continuar con el operativo de seguridad habitual del templo que fue sometido a reorganización hace unos meses con una nueva estructura.