«Hoover no supo vivir con los tiempos»

María Estévez LOS ÁNGELES /COLPISA

CULTURA

27 ene 2012 . Actualizado a las 23:56 h.

Leonardo DiCaprio es uno de los actores más prolíficos de Hollywood, y además de trabajar mucho, elige bien. En su último filme, J. Edgar, ha rodado a las órdenes de Clint Eastwood. Antes ya había trabajado con Scorsese, Woody Allen o James Cameron. Pero, una vez más, se ha quedado a las puertas de una candidatura al Óscar. En esta cinta biográfica, el actor interpreta a Hoover desde sus primeros días como un ambicioso detective del departamento de Justicia, hasta los últimos tiempos, cuando era el temido director del FBI. La película se centra en la historia de amor de Hoover con su director adjunto Clyde Tolson: dos hombres que desde que se conocieron se hicieron la promesa de comer, cenar y viajar siempre juntos.

-¿Este es un papel único en la carrera de un actor?

-Supongo que se puede decir. Es uno de esos papeles que tan pronto lees el guion quedas obsesionado con el personaje. Me fascinó J. Edgar Hoover por su complejidad y porque permanece como un misterio a pesar del tiempo. Pertenece a una era en la historia de Estados Unidos en que las ciudades se parecían más al salvaje Oeste que a la sociedad que conocemos ahora. Cambió el sistema policial y creó el FBI. Personalmente no sabía qué demonios pensar de Hoover con todos esos rumores sobre su afición a vestirse de mujer, la homosexualidad, las escuchas ilegales o cómo manipulaba presidentes.

-¿Cómo se enfrentó a un personaje tan complicado?

-Lo primero que intenté fue entender sus motivos para manipular a su antojo el miedo al comunismo e incluso consideró una supuesta invasión soviética. Fue fascinante descubrir que sus miedos nacen de su madre, de su ambición por triunfar. Ella era como las madres de los actores jóvenes manipulando su hijo a su antojo. Él vivió bajo la influencia puritana de su progenitora hasta que murió. En Estados Unidos hemos sufrido esta forma de vivir especialmente durante la administración Bush y el guionista, Dustin Lance Black, se inspiró en Bush a la hora de contar la historia de Hoover.

-¿Le ha cambiado Hoover de alguna manera?

-La gran lección que he recibido con este personaje es lo importante que es escuchar las críticas. Aquí tenemos a uno de los hombres más poderosos de la historia de Estados Unidos, que operaba bajo su propia jurisdicción, que no usaba cheques ni llevaba cuentas, que pasó su vida protegiendo sus secretos, pero espiando las vidas ajenas. Su mayor error fue no escuchar las críticas. Él pensaba que siempre estaba en lo cierto, que su código moral era el acertado para los intereses del país y no le importaba nada más. El país estaba cambiando y Hoover seguía pensando que Martin Luther King era un demonio que quería traer el comunismo. No supo vivir con los tiempos.

-La película es la historia de Hoover y Clyde Tolson. No es un filme político ni histórico.

-Es verdad. Ese fue el camino que Clint quiso seguir con esta cinta. Hoover y Tolson vivían comprometidos con su trabajo, representaban al FBI. Si eran homosexuales, es algo que ha muerto con ellos. Yo creo que fueron pareja durante toda su vida. Trabajaban juntos todos los días, se iban de vacaciones juntos, almorzaban y cenaban juntos. No se separaban para nada y existía un amor y una admiración mutua. Me costó llegar a la represión con la que vivía Hoover. Su angustia le volvió un hombre frustrado, enfadado. No se permitía amar, ni ninguna relación personal más allá de la que tenía con Tolson.

«J. EDGAR»

EE.UU., 2011

Biográfico. 136 min

Director: Clint Eastwood

Intérpretes: Leonardo DiCaprio, Naomi Watts, Josh Lucas

LEONARDO DICAPRIO protagonista de «j. EDGAR»