Adiós a José Antonio Vilariño, un «queridísimo» guardia civil de Lugo que buscaba «la satisfacción del deber cumplido»

André Siso Zapata
André S. Zapata LUGO / LA VOZ

OBITUARIOS

José Antonio Vilariño, subteniente de la Guardia Civil de la Comandancia de Lugo y jefe del COS.
José Antonio Vilariño, subteniente de la Guardia Civil de la Comandancia de Lugo y jefe del COS. OSCAR CELA

La Comandancia lucense llora la pérdida del agente, de 54 años, que murió tras un accidente sucedido en Begonte a primera hora de este lunes

14 feb 2022 . Actualizado a las 17:45 h.

En la mañana de este lunes nadie cogía el teléfono en el Centro Operativo Complejo (COC). La Comandancia de la Guardia Civil de Lugo llora desde la madrugada la pérdida de un compañero. El «queridísimo» José Antonio Vilariño, jefe del COC, falleció a los 54 años tras un accidente de tráfico. Sucedió en Begonte, al filo de la una de la mañana. Por causas desconocidas, su vehículo se salió de la vía que une Rábade y Vilalba (LU-541) y chocó contra la tajea, dando una vuelta de campana. Los servicios de emergencias acudieron al lugar, pero poco pudieron hacer por salvarle la vida.

Vilariño nació en la localidad lucense de Friol en el año 1967, pero vivía con su familia en Outeiro de Rei. Ingresó en la Guardia Civil en el año 1995 y, tras varios años en Madrid, llegó a Lugo en el año 2000. Desde entonces, nunca dejó de trabajar para los ciudadanos. Tras un año de sargento en el puesto de Cervantes, se mudó a la ciudad amurallada, donde cogió el mando del Centro Operativo de Servicios (COS). Llegó a estar al mando de un grupo de 24 personas, a los que definía como «compañeros» y nunca como subordinados.

Todos los agentes del COC que estaban de libranza este lunes acudieron al velatorio a confortar a la familia del subteniente. José Antonio deja esposa y un hijo, que fueron apoyados por sus compañeros de trabajo desde que se enteraron de la noticia. 

Una mañana de consternación

Ahora son ellos los que hablan maravillas de su subteniente. La consternación fue la tónica dominante en la mañana de este lunes en la Comandancia de la Guardia Civil de Lugo. «No nos explicamos qué habrá podido pasar», decía un agente. «Es una pena y una mala suerte terrible», añadía otro. «Era muy conocido en la Comandancia y queridísimo por todos, un agente excepcional y mejor persona todavía», decía un tercero.

Definen a su compañero como un hombre «muy trabajador y dedicado». Y no les falta razón. En una entrevista concedida a La Voz en el año 2017, Vilariño afirmaba que solo se iba a casa cuando tenía «la satisfacción del deber cumplido»

«Para estar aquí hay que tener sentido común, empatía, gestionar y coordinar muy bien...Hay que saber decidir cuando un ciudadano te necesita», explicaba en su día.

La voz de Vilariño acompañó a los lucenses durante más de 20 años tras un teléfono que jamás dejó sin descolgar cuando alguien lo necesitaba.

El velatorio se celebra desde este lunes en Funeraria Fernández, y a las 18.30 horas del martes se oficiará una misa en el mismo recinto. Será incinerado en la intimidad familiar.