Eva García destacó en el cargo por su tenacidad a la hora de buscar soluciones a los problemas cotidianos de este municipio de unos 20.000 habitantes. Muchas de estas decisiones fueron cuestionadas en los juzgados ya que, al no tener mayoría, llevó a cabo contratos que no pasaron por el dictamen del pleno, y la judicialización de la vida municipal marcó gran parte de su mandato. Falleció sin ver cumplido uno de sus mayores propósitos como alcaldesa: el soterramiento de las vías del tren por el centro urbano, tras enfrentar también al mayor accidente ferroviario que se registró en el municipio cuando en el 2016, descarriló un convoy provocando cuatro muertes.
Nacida en Sevilla, estaba abogada se divorció de su primer marido, con el que tuvo dos hijos, y contrajo de nuevo matrimonio, siendo ya alcaldesa, con una mujer. «No puedo hacer nada mejor por la comunidad LGTB que actuar con absoluta normalidad al respecto», reveló a La Voz tras ese enlace.