Loli, la sonrisa de las hermanas Garabato

César Casal González
César Casal LA VOZ

OBITUARIOS

Dolores Garabato Otero
Dolores Garabato Otero

A las cuatro de la tarde recibirá sepultura en Oroso

22 dic 2021 . Actualizado a las 09:54 h.

Se nos marchó Loli. Fue siempre un ejemplo, insuperable en estos meses finales. La muerte siempre señala mal, a destiempo. Pero ella tenía 51 años y tanto por vivir, por dar. Dolores Garabato Otero (A Coruña, 1970-2021) era de dar. Disfrutaba más dando que recibiendo. Era de su familia. De sus amigas, que eran su otra familia. Deja muchísimas amigas y amigos por su forma de ser, que era la del afecto y el cariño. La mayor de cuatro hermanas. Fue para Belén, para Nuria y para Lucía la auténtica hermana mayor. Las cuidó de pequeñas. Las guió de mayores.

Hija de Hortensia y de Manuel, tuvo en ellos el mejor molde para aprender el camino de la vida. Manolo, un hombre hecho a sí mismo, recorrió todos los pasos de la construcción, hasta lo más alto. No existen hoy personas así de curtidas, que de la nada llegan a una biografía plena. Su mujer Hortensia, peluquera de Monelos, también sabe lo que son décadas de trabajo, en el negocio y en casa. Infatigables ambos. De otra pasta.

Loli trabajó en la inmobiliaria Etimar, que está en la calle Rubine de A Coruña. Estuvo un tiempo en El Corte, pero luego enseñó pisos a miles de familias. Conocía hasta la última calle de A Coruña. Tenía anécdotas para regalar.

Estudió en el mítico instituto coruñés de Monelos, donde forjó amistades que no la olvidarán. Loli Garabato era amiga de conversar, de reunirse. Recordaba todos los cumpleaños. Pendiente de su pareja Manuel, de todos. Somos muchos los que hemos perdido una fortuna humana. Era la súper tía, de sus sobrinos Alejandra, Manuel, Antía y Emma. Falleció de madrugada en el Chuac. La familia recibe condolencias en Servisa. De allí saldrá el cortejo fúnebre a las 3 de la tarde. A las cuatro de la tarde, recibirá sepultura en Santa María de Deixebre (Oroso). Tres eran sus ejes: A Coruña, la casa familiar de Deixebre en Oroso y la finca de Pravio en Cambre. Pero el cuarto eje era el de su corazón inmenso. Le gustaban las larpeiradas, el dulce, el caroleiro. Siempre compartiendo. Se preocupaba hasta enferma más por los dolores ajenos que por los propios. Sorprendió su mirada de entereza hasta a su equipo médico. Estará siempre con nosotros. Loli es de esas mujeres a las que jamás puedes olvidar. Nadie borrará la sonrisa eterna de las hermanas Garabato.