Adiós a José Manuel García Yanes, el gran renovador del colegio Emilia Pardo Bazán de Los Rosales

Rubén Santamarta Vicente
rubén santamarta A CORUÑA

OBITUARIOS

José Manuel García Yanes, durante la amplicación del colegio
José Manuel García Yanes, durante la amplicación del colegio Eduardo Pérez

El histórico director de uno de los mayores centros educativos de A Coruña falleció a los 64 años

30 sep 2021 . Actualizado a las 14:59 h.

La comunidad educativa del Colegio de Educación Infantil y Primaria Emilia Pardo Bazán empezaba esta semana vistiéndose de negro y llenando el centro de globos de ese color para clamar contra los recortes en la educación pública. No sospechaba nadie que el luto también es ahora por uno de los emblemas de ese centro, su histórico director José Manuel García Yanes, fallecido el miércoles a los 64 años tras una larga enfermedad que le pilló justo a las puertas de su jubilación. Dejó el centro hace dos cursos, pero su legado sigue vivo.

Este jueves en el centro todo eran bellos recuerdos para quien fue el gran renovador, junto a un equipo directivo y de profesores, de ese colegio, uno de los mayores de A Coruña con cerca de 700 alumnos y profesores, que da servicio al populoso barrio de Los Rosales, y que de su mano se convirtió en un referente en la ciudad en políticas de inclusión e integración. También fue uno de los promotores de la introducción del programa Abalar, ahora plenamente asentado. 

José Manuel, casado y con una hija, nació en A Coruña en el seno de una familia trabajadora vinculada a la Fábrica de Armas. Antes de volver a su ciudad natal, fue director del colegio Labarta Pose de Baio, en 1989. Procedía de la escuela unitaria de Mórdomo, en Laxe. Allí ya reivindicó la situación que vivían sus alumnos, que en muchos casos tenían que caminar distancias de hasta 8 kilómetros para acceder al centro educativo, lo que multiplicaba el absentismo, sobre todo en los más pequeños. José Manuel García Yanes destacaba entonces la necesidad de que los alumnos de preescolar acudieran habitualmente a clase porque muchos de ellos, debido a las ausencias, comenzaban la EGB sin saber leer ni escribir, lo que iba en detrimento de su educacion. Entonces, en 1987, no estaba generalizado en transporte escolar. 

Aquella fue su primera reivindicación. Luego hubo otras muchas en centros de la Costa da Morte. Cuando llegó al colegio público de Los Rosales, comenzó su proceso para integrar a niños y niñas con dificultades, evitando que se quedaran atrás, reclamando profesorado y aulas específicas de apoyo. Lo fue peleando y consiguiendo. El equipo directivo promovió otras iniciativas como la Volta ao Cole contra el cáncer infantil, para implicar a la comunidad. Su última conquista fue la construcción de un nuevo espacio para los pequeños de 3 a 6 años. 

Docente de educación física, se retiró antes del curso de la pandemia (el tiempo se mide ahora así), pero se dejaba ver por el centro de vez en cuando. Tras su marcha, la plaza quedó amortizada. Es precisamente la que exige ahora el ANPA. La casualidad ha hecho que se junte esta reclamación con este duelo.  

Decían anoche profesores del colegio que ahora su antiguo compañero estará en algún lugar cerca de Pardo Bazán. Seguro que doña Emilia puede estar bien satisfecha del legado que dejó José Manuel en el centro que lleva su nombre. Este viernes será incinerado.