Adiós a un emprendedor que surcó los mares

Juan José Lamas

OBITUARIOS

cedida

El empresario de 71 años José Lamas Agras, natural de Quintela de Leirado, falleció este domingo

13 sep 2021 . Actualizado a las 18:14 h.

Con llanto contenido, con el corazón roto y con una tristeza sinfín es muy difícil expresar mis sentimientos al despedirme de mi primo José Lamas Agras, Pepiño para la familia, ante su último viaje hacia la eternidad. Falleció este domingo en Vigo, con 71 años, tras una enfermedad rápida. Me he despedido muchas veces de él —era un aventurero—, pero siempre pensando en la fecha de su regreso. Surcó mares, luchó contra tempestades embarcado en Terranova, era un valiente. De Quintela de Leirado a la pesca en altura. Cruzó el Atlántico, muchas más veces a Canadá, pero el frio no era lo suyo por lo que en una travesía difícil llegó a Colombia y de ahí dio el paso a Venezuela, su Venezuela querida.

Como era un emprendedor incansable, una persona honrada y buena, forjó grandes amistades. En Caracas triunfó con los negocios, en la hostelería, y se convirtió en un empresario importante. Pero nunca perdió sus señas de identidad, su humildad, su familiaridad. Por eso, también hizo negocios en su tierra, Galicia, sobre todo en Pontevedra, donde abrió varios locales. Seguía siendo el Pepiño bondadoso, alegre, cariñoso, caritativo, humilde, familiar, afable,… Aquel al que recurríamos tanto familiares como vecinos y amigos cuando necesitábamos algo. Él se sentía orgulloso de poder ayudar a todos. Devoto de la Virgen del Carmen, era el primero en cooperar todos los años con sus fiestas patronales en Quintela, a la que amaba profundamente y visitaba con frecuencia. Se podía contar con él sin tan siquiera esperar a su consentimiento. Amigo de los humildes, miembro activo de la comunidad aunque estuviese lejos, compañero fiel, familiar entrañable. Ese era Pepiño.

Soy testigo de que la comunidad vecinal de Quintela te llora. Recuerdo cuando por los años 80, en una de tantas veces, me invitó a ir con él a Madrid y nos dispusimos a cruzar la meseta. Yo nunca había estado en la capital y en un descapotable impresionante, (cabellos al viento), nos recibió la Puerta de Alcalá y nada más ni nada menos nos dirigimos al hotel Los Galgos de la antigua Rumasa ¡Vaya hotel! ¡Y qué decir del restaurante La Dorada! Impresionante. Viaje inolvidable y todo gracias a ti, querido primo. Hoy tu viaje no consiste en cruzar el Atlántico. Es tu viaje más importante, querido Pepiño. Un viaje prematuro pero eterno hacia el cielo, donde tienes a algunos de tus seres queridos esperándote. En la tierra te lloramos y en el cielo te reciben llenos de alegría. No podremos estar esperándote físicamente pero nos conforta saber que estarás al lado de tus seres queridos y del Señor, Dios lo quiere así y ficha a los mejores. Querido primo, tu legado permanecerá siempre entre todos nosotros, tus familiares, vecinos y amigos. En las tres hijas que dejas. Tu recuerdo es imborrable, tu presencia permanente, nuestra tristeza inconsolable, nuestro dolor inmenso y nuestro llanto incontrolable. Nos conforta saber que Dios te acoge en su seno y nosotros nos sentiremos orgullosos de que nos hayas dejado sembrado la semilla de la amistad, la concordia, la bondad, la caridad y la esperanza.