Fallece Jaime Trigo, el galerista y anticuario pontevedrés que recorrió medio mundo

María Hermida
María Hermida PONTEVEDRA

OBITUARIOS

XOÁN A. SOLER

Logró hacerse con una colección de alabastros que es un referente mundial de este arte

13 ene 2020 . Actualizado a las 16:46 h.

El arte acaba de perder a un auténtico apasionado. Falleció Jaime Trigo Menlle, galerista y anticuario pontevedrés, a los 79 años de edad. Su cuerpo se vela en el tanatorio de San Mauro (Pontevedra). 

Jaime Menlle era un pontevedrés conocido y reconocido. Pero no había nacido en la Boa Vila. En realidad, vino al mundo en Lisboa, en el hotel Universo, fundado por su padre. Su progenitor abrió luego un establecimiento con el mismo nombre en Pontevedra, el gran hotel Universo, que marcó época en la ciudad y que estaba ubicado en el edificio de Benito Corbal y Sagasta en el que ahora está Zara, que fue pasto de la piqueta con el bum urbanístico de los setenta. 

Jaime y su hermano Rafael llegaron a regentar este establecimiento, en el que se hospedaban desde diplomáticos a toreros pasando por actores. El hotel, al igual que su restaurante y su boite, estuvieron en la cresta de la ola en los años sesenta. Así que, ya entonces, Jaime Trigo se hizo conocido en Pontevedra. 

Cuando se apeó de la hostelería, y después de viajar por medio mundo, Jaime Trigo descubrió su auténtica pasión y la que fue también su profesión: el arte. Se lanzó al mundo de las antigüedades y alcanzó un gran prestigio profesional, siendo miembro fundador de la Federación Gallega de Anticuarios de Galicia

Fue pionero en muchos frentes. Así, abrió una de las primeras galerías de arte de iniciativa privada que hubo en Pontevedra. Lo hizo en la calle Charino y se llamaba Altamira. Ahí, logró contar con obras de artistas tan relevantes como Laxeiro y Colmeiro.

De allí se trasladó luego al edificio Olmedo, en pleno corazón de la zona monumental de Pontevedra, donde logró darle gran empaque al inmueble con su arte. Ya en las cercanías del siglo XXI, trasladó su centro artístico y de antigüedades a la avenida de la Estación. Y, posteriormente, regentó una galería en A Coruña, donde llegó a afincarse, llamada Isadora, dedicada en exclusiva al Art Decó. 

Uno de sus mayores legados es la colección de alabastro que logró reunir. Se trata de alrededor de 300 piezas que permiten realizar un recorrido de quince siglos, desde el III al XVIII, por el arte en este tipo de piedra decorativa. La colección es un referente mundial, tal y como quedó acreditado en distintas exposiciones que se hicieron de la misma.