Galicia, la comunidad que recibió a más emigrantes retornados en 2019

L.M. / M.V.

MIGRACIONES

XOSE CASTRO

Antes de volver a casa, los migrantes pasan una media de 12,7 años viviendo en el exterior

24 ene 2020 . Actualizado a las 14:38 h.

En los últimos 10 años, según los últimos datos publicados por el Instituto Nacional de Estadísticas (INE), retornaron a España 545.412 españoles que se encontraban viviendo fuera del país y tuvieron como principal destino las comunidades de Madrid, Cataluña, la Comunitat Valenciana, Canarias y Galicia.

Tras varios años de saldo migratorio negativo, impulsado por la situación de crisis económica que sufrió España en 2008, desde el segundo semestre de 2015 los números comenzaron a revertirse y actualmente son más los migrantes que entran a España que aquellos que deciden irse. En concreto, la diferencia entre los inmigrantes y los emigrantes fue en los primeros meses del año pasado de 209.097, y de 3.419 si se tienen en cuenta solamente los de nacionalidad española.

Galicia no es ajena a esa tendencia y, según los últimos datos disponibles, relativos al primer semestre de 2019, fue la comunidad autónoma que más emigrantes retornados acogió en ese período. Un total de 11.000 decidieron volver a vivir en la comunidad, de las cuales 2.862, un 26%, eran de nacionalidad española, es decir gallegos que retornaron a «casa».

 

Según una encuesta realizada por La Voz de Galicia en colaboración con la Secretaria de Estado de Migraciones del Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones  a 1.417 emigrantes y retornados, en el marco de la investigación La innovación de los procesos comunicativos en la interactividad de la diáspora gallega y el impacto del proceso migratorio en los retornados, el 43,5% de los gallegos retornados marchó al extranjero antes de 1990, y un 28,7 % lo hizo después de 2008. Es decir que la mayor parte de ellos vivió fuera de España gran parte de su vida y en promedio pasaron 12,7 años antes de volver.

En cuanto al lugar de residencia previo al regreso, la mayoría de los encuestados, un 40,6 % vivían en un país europeo, con Suiza (29,5 %) y Reino Unido (25 %) como los principales destinos. Un 19,5 % asegura que vivía en un país de América, en este caso con EE.UU. a la cabeza con un 71,4 %, seguido de Brasil (9,5 %) y de Venezuela (4,8 %).

Sin embargo, los datos del Instituto Nacional de Estadística del 2018 reflejan que la mayoría de los retornados gallegos llegó ese año a Galicia desde Venezuela, un país marcado por la inestabilidad política y por los problemas de seguridad que llevaron a que muchos decidieran marchar. En concreto, fueron 2.517 los gallegos que decidieron volver a la comunidad, de un total de casi 6.000 migrantes que llegaron desde el país caribeño.

Desde Suiza, que ha sido históricamente un país de destino de los gallegos, llegaron en el mismo período 723 emigrantes y Brasil fue el tercer país con mayor flujo migratorio hacia Galicia, desde donde llegaron 393 personas. Reino Unido, Estados Unidos, México, Alemania y Cuba completan el listado de principales países de origen de los retornados.

Si bien la principal motivación para la emigración suele ser la economía o la búsqueda de empleo, en el caso del retorno la decisión suele estar marcada por lo aspectos emocionales. Según expresaron los ocho emigrantes retornados que participaron en un Focus Group en el marco de la investigación, las motivaciones de regreso responden a necesidades afectivas, del ámbito personal o familiar y están ligadas con el deseo de buscar una estabilidad emocional.

Aún así, afirman que existe una barrera «más mental que temporal» después de la cual el regreso es más complicado.

No pertenecer a ningún sitio

Estar durante tantos años viviendo fuera hace que el sentimiento de desarraigo no muera al llegar sino que, una vez en Galicia, se comience a extrañar lo que se tenía en el extranjero. Esta situación genera una sensación  que hace que la persona sienta que no pertenece a ningún sitio.

Así lo manifiesta Santiago, uno de los gallegos retornados desde Venezuela en 2010 y que vivió en el país caribeño durante 36 años. La primera de su familia en decidir regresar fue una de sus tres hijas, luego de sufrir un robo a mano armada. Luego le siguió otra de sus hijas y su mujer, hasta que finalmente él también decidió emprender el viaje de retorno a Galicia. «Yo no me quería venir. Cuando uno pasa 36 años en un país, crea país, yo soy tanto de allí como de aquí», afirma.

De esa manera, tras volver los emigrantes suelen mantener vínculos con los países a los que han emigrado, empleando los mismos «canales» que antes utilizaban para mantener contacto con Galicia.

Por otra parte, según aseguraron varios retornados de diferentes edades y que migraron a diferentes países de Europa y América en un Focus Group realizado en diciembre de 2019, debido a la constante conexión con Galicia -gracias a las nuevas tecnologías y canales de comunicación como las redes sociales o videollamadas-, la vuelta no tuvo un gran impacto. De todas maneras, consideran que regresar a la tierra de uno tiene tanto sus ventajas como sus desventajas.

Entre los aspectos positivos de la vuelta, según los participantes del Focus Group, se encuentra en primer lugar el volver a estar con la familia y el sentimiento de “estar en casa”. Dependiendo del lugar en el que hubieran residido, algunos valoran también la tranquilidad y la seguridad de Galicia.

«Los gallegos somos los que más echamos de menos nuestra tierra», aseguró uno de los participantes del grupo. Mientras estaban fuera, sobre todo aquellos que marcharon y vivieron fuera durante más de cinco años, buscaban cualquier motivo para sentirse más cerca y saciar ese sentimiento de morriña, desde escuchar gaitas aunque fueran escocesas, hasta ir a algún centro a hablar gallego, reunirse con otros españoles o incluso intentar volver de urgencia:

«Una vez me dio tanta morriña a las 3 de la mañana que me fui a una gasolinera que todavía había cabinas y llamé a Iberia al aeropuerto de Heathrow. Lo único que sabía decir entonces en inglés era: “Por favor, alguien que me hable español”. Cuando me atendieron pedí si tenían un billete para el día siguiente de urgencia y me preguntan: “¿Se le ha muerto alguien?” -porque parece que guardan un billete para esos casos- y yo dije que sí porque yo me quería volver a España y me daba igual», contó entre risas Eva, otra de las participantes del Focus Group de retornados, que vivió en Reino Unido.

Sin embargo, la imagen que se tiene al estar fuera suele estar idealizada y la vuelta también conlleva aspectos negativos, como el tener que comenzar una vida de cero, la burocracia que implica, o las dificultades para conseguir un trabajo. Esto último, podría estar ligado a la edad de retorno. Según los datos del INE, el perfil predominante de gallegos que vuelven del extranjero supera los cuarenta años, con el 56 %. Por grupos quinquenales de edad, el más importante se sitúa entre los de 35 a 39 años, con 211 personas de un total de 2.862 durante los seis primeros meses del año. Más de 550 gallegos de vuelta en la comunidad están en edad de jubilación, 150 de ellos por encima de los 80 años. En cambio, los menores de treinta superan los 860. Más de medio millar no cumplieron aún los veinte años.

Aseguran también quienes participaron en el Focus Group que falta información sobre oportunidades para volver y que si bien hay programas para ayudar al retorno, la información no suele llegar a los destinatarios, que se sienten de alguna manera «abandonados» en el proceso.

Además de las ayudas de la Xunta de Galicia, como el Programa Retorno 2020, el gobierno central busca desde el año pasado facilitar la vuelta de los españoles.

Hacer de España un país para volver

Con el objetivo de mejorar las condiciones y facilitar el proceso de retorno de los españoles que salieron a buscar empleo en el extranjero -sobre todo de aquellos que se fueron durante la crisis- el gobierno puso en marcha en marzo de 2019 una batería de 50 medidas que pretenden remover las principales barreras laborales, administrativas y personales con las que se encuentran quienes buscan emprender su camino de regreso a España. Un país para volver es el lema bajo el cual se erige el Plan de Retorno a España, para el que el gobierno destinará un presupuesto de más de 24 millones de euros que terminaría de ejecutarse en 2020.

El programa busca que España se convierta en un lugar atractivo para desarrollar un proyecto de vida personal y profesional.

Las medidas se dividen en seis categorías y abarcan tanto el apoyo para definir un proyecto profesional, con conexión con empresas, el acceso al empleo público y las opciones para emprender; la ayuda para planificar la vuelta e instalarse y la creación de espacios para la participación; así como el acompañamiento psicológico durante el proceso, la creación de un ambiente positivo y la gestión colaborativa y la evaluación continua del Plan.

Por ejemplo, quienes deseen retornar a España e iniciar un emprendimiento, podrán obtener una bonificación de la cuota de autónomos para migrantes, a quienes se les ofrecerá una tarifa plana de 60 euros mensuales. Se estima que la medida podrían ascender a unos 2.300 beneficiarios y supondrá un ahorro de 8,07 millones de euros para este colectivo.

Por otra parte, entre los servicios que ofrece el plan se encuentra la creación de una Ventanilla Única del Retorno, en la que se ofrecerá información oficial y contrastada sobre los procesos y la documentación necesaria. También se creará un Servicio de Mediación Laboral y un Buscador de Empleo, con asesoramiento personalizado a empresas y particulares a través de mediadores laborales.

El Plan de Retorno a España contempla además la mejora del sistema de investigación, innovación y desarrollo como forma de atraer y retener el talento investigador. Para ello, se pretende dar un impulso a las becas Ramón y Cajal y Juan de la Cierva y que más jóvenes científicos puedan optar a seguir con su proyecto desde España.