«Fue una buena experiencia pero era momento de volver»

Mónica Pérez Vilar
MÓNICA P. VILAR REDACCIÓN / LA VOZ

MIGRACIONES

CAPOTILLO

Tras seis años en Edimburgo, Olalla Borrego y Andrés Rodiño han vuelto a Galicia y han puesto en marcha sendos negocios

21 ene 2020 . Actualizado a las 14:11 h.

Olalla y Andrés estrenaban la treintena cuando en el año 2012 hicieron lo que muchos jóvenes: «No teníamos buenas expectativas laborales, así que nos fuimos a Edimburgo en busca de nuevas experiencias, aprendizaje, mejorar el ingles y oportunidades de trabajo», explica ella. «A idea era botar un ano ou dous e ao final quedamos case seis», detalla él.

En la capital escocesa ambos aprovecharon para simultanear el trabajo con la formación. Andrés, que ya había estudiado Turismo en A Coruña, aprovechó para ver cómo se abordaba el tema en Escocia. Olalla optó por el diseño textil y profundizar en el campo de la joyería, que ya había probado años antes. «Así empezó a rondarme la idea de montar una marca, y como allí hay menos burocracia fue más fácil», cuenta ilusionada. Nacía Lia B, una aventura empresarial que ella define como un estudio de diseño contemporáneo.

Aunque se sentían cómodos en Edimburgo, añoraban Galicia. «O clima xa cansaba, en inverno as horas de luz eran moi poucas», recuerda Andrés. Así que regresaron y se instalaron en Portonovo. Olalla se trajo su marca, que ya ha logrado reconocimiento de taller artesano en Galicia. Andrés creyó que su dominio del inglés le facilitaría encontrar trabajo, pero al final ha optado por emprender. Rooteiro es la marca de su negocio de experiencias turísticas enfocadas sobre todo al visitante extranjero. «Galicia ten moito potencial e trátase de que a xente a coñeza dun xeito distinto», explica.

Readaptados a la vida gallega, esperan asentarse aquí definitivamente: «Como mucho me iría un año por una experiencia, pero esperemos no tener que volver a irnos, aquí se está muy bien», reconoce la joven.