La tienda de zapatos que te hace «caminar descalzo»

MERCADOS

nació en el 2022 de la mano de tres emprendedoras y amigas que buscaban lo mismo: un calzado saludable para sus niños. Empezaron con una tienda «online» y ya venden más de 400 pares al mes

10 nov 2024 . Actualizado a las 05:00 h.

Esta es la historia de una amistad que se convirtió en empresa. Las protagonistas son Raquel Rabuñal, Laura Suárez y Silvia Bértoa, tres vecinas de Arteixo que llevaron su sintonía personal y de toda la vida a su negocio. Esa empresa, que arrancó en el 2022 en su versión online se llama Ceibes. Su apellido, Barefoot Shoes, les define. Primero como firma y a la vez como movimiento.

«La iniciativa nace de una necesidad que vemos en nuestros hijos. Nuestra inquietud surge tras ser madres tanto Laura como yo», explica Silvia. Lo que les sucedió fue que buscaban un calzado específico para sus pequeños. «De la mano de la crianza sostenible y respetuosa, llega a nosotras el movimiento libre, la pedagogía pikleriana, que se basa en acompañar el desarrollo de bebés de una forma natural y sin intervenciones. De ahí, todo nos lleva al calzado respetuoso». Ese calzado es el que vende Ceibes: un calzado saludable, «frente al calzado convencional, que no lo es».

«Se trata de simular el caminar descalzo. Tenemos productos que respetan y potencian la forma fisiológica de los pies, evitando malformaciones, dolores y patologías. Este calzado da espacio para los dedos, las suelas son finas, son planos, flexibles y ligeros», explican.

Lo que les sucedió fue que, cuando quisieron calzar de ese modo a sus hijos, se encontraron con que las marcas estaban esparcidas por Europa y que los pedidos que tenían que hacer eran internacionales. «Nos planteamos traer aquí esas firmas y acercarlas a las familias para que todo resultase más sencillo».

«Intentamos transmitir el valor de los cuidados, de la libertad y de lo natural», apuntan.

Investigación

Para empezar, en el 2021 arrancó la investigación y el contacto con las marcas. Un año después, su tienda online era una realidad. Lo hicieron además como una cooperativa. «La transparencia y la confianza con las marcas con las que trabajamos es fundamental. Buscamos información clara sobre materiales, lugar y modo de fabricación». Una fabricación europea con apuesta por las firmas nacionales y la incorporación de cada vez más marcas. «Son producciones pequeñas, bajo pedido para evitar excedentes de stock, con certificaciones de producción sostenible y materiales cuidados, en muchos casos libres o tóxicos o reciclados».

Su éxito fue tal que en el 2023 abrieron en Arteixo su tienda física. «Estamos muy sorprendidas de los kilómetros que hace la gente para vernos. ¿De verdad vienen desde A Estrada o Villafranca del Bierzo? Pues sí. Funcionamos con cita previa y la verdad es que lo que percibimos es que quien prueba este calzado, ya no vuelve atrás».

Eso ha llevado a este equipo a vender unos 400 pares al mes. Una cifra que sobrepasa sus expectativas y que incluye los modelos que tienen para adultos. «No sabes lo cómodo que es un calzado hasta que te lo quitas y te tienes que poner otro», explican riendo.

Normalmente se suelen enfrentar a las dudas sobre el precio. «No es para nada diferente. Los precios de este calzado se mueven en una franja bastante amplia por lo que hay precios de todo tipo. Creemos que el valor de lo fabricado bajo condiciones laborales dignas, con materiales cuidados y en producciones pequeñas y locales es mucho más alto de lo que en realidad cuestan en el precio final».

Su perfil de clientes son «familias como las nuestras». Normalmente ya conocen el calzado respetuoso y buscan encontrar opciones para sus pequeños. «Todo tipo de personas, perfiles y edades están demandando este modelo de calzado. En parte, motivados por profesionales de la salud, como fisioterapeutas o podólogos que les recomiendan buscar y usar calzado con las características que ofrecemos».

Dos años después de arrancar, el balance de estas tres profesionales es muy positivo y eso que las tres dieron un salto al vacío. Raquel emprendió desde el mundo de la formación y los recursos humanos; Laura era técnica de empleo y Silvia, esteticista y quiromasajista. «Nos va mejor de lo esperado. Estamos felices de que el sentido común esté ocupando espacio y que, cada vez más, la gente esté buscando la salud de un calzado en forma de pie. Los vemos por la calle y no podemos evitar mirar cada vez a más gente llevándolos», sentencian.