Air France registra una disminución de la demanda porque los turistas evitan acudir a París durante los Juegos Olímpicos y las semanas previas, para evitar los atascos que generan las instalaciones provisionales para la celebración de las competiciones y el aumento de los precios de transporte. La ausencia de turistas podría costar a la compañía aérea entre 160 y 180 millones de euros menos de ingresos entre junio y agosto. Según la Oficina de Turismo de París, en junio ha habido un 10 % menos de turistas extranjeros, y serán un 15 % menos durante las tres primeras semanas de julio. También los franceses reservan menos vuelos con salida desde los aeropuertos de París, y prefieren posponer sus vacaciones después de la celebración de la cita olímpica.