Joan Clotet: «La inteligencia artificial ayuda a aumentar las capacidades humanas»

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Experto en innovación y gestión del talento, Clotet anima a las personas a no tenerle miedo a la tecnología, «una herramienta poderosa que nos permite hacer mejor nuestro trabajo». La clave, para él, está en saber aprovechar el tiempo que se gana gracias al uso de la inteligencia artificial

02 jun 2024 . Actualizado a las 05:00 h.

Reflexiona Joan Clotet (Barcelona, 1966) sobre la capacidad de los supercomputadores de superar la capacidad cerebral de cálculo, «algo fascinante y preocupante al mismo tiempo». Con una amplia trayectoria en tecnología, innovación y gestión del talento, ha escrito el libro Humanismo digital (Libros de Cabecera) en el que, lejos de mensajes apocalípticos, anima al lector a no quedarse parado en este mundo de constante cambio.

—Humanismo digital: ¿Pueden ir estos términos de la mano?

—Sin duda, me refiero a volver a poner a la persona en el centro, a recordar que somos los humanos los que pensamos y los que diseñamos la tecnología, los que la apagamos si hace falta. Cuanto más digital sea el mundo, más humano tenemos que hacerlo.

—¿Es la inteligencia artificial comparable a alguna otra innovación en el pasado?

—Es una tecnología que entra muy de lleno en el punto cognitivo y por eso la vemos invasiva, porque asume cada vez más tareas. Pero no deja de ser una herramienta al servicio de las personas.

—¿Impactará en todas las profesiones por igual?

—Está provocando cambios en nuestros trabajos cada vez más deprisa; y no lo digo desde el punto de vista negativo, nos ayuda a ser más eficientes, más personalizados. La vida es cambio, la tecnología lo ha acelerado y por eso a veces nos resulta incómoda, porque va más deprisa que nuestra capacidad de entenderla.

—¿Por qué la primera reacción ante una innovación como esta es de rechazo?

—Seguramente por miedo a no saber si es una oportunidad o una amenaza. Pero si la tecnología nos da más miedo del necesario corremos el riesgo de quedarnos parados y perder oportunidades.

—La digitalización también está cambiando la forma de aprender

—Los jóvenes tienen ahora otros puntos de referencia: en el ámbito educativo antes había un referente adulto que transmitía sus conocimientos; ahora el conocimiento está disponible y los maestros tienen que saber integrarlo. La educativa es una de las profesiones más importantes pero tiene que evolucionar, hay que enseñar a los estudiantes a aprender a hacerse preguntas, a trabajar en equipo o a resolver problemas para desenvolverse en el mercado laboral.

—¿Qué perfiles profesionales necesitan adaptarse más?

—Cualquier trabajo se puede hacer mejor con tecnología. Y eso significa que tiene más empleabilidad, pero también que si el trabajador no hace nada, otro lo hará mejor. La tecnología es una herramienta poderosa que nos permite ser ‘profesionales aumentados’, necesitamos la IA para aumentar nuestras capacidades humanas, tenemos que empoderarnos con esas herramientas y da igual que seamos periodistas, abogados, cirujanos o panaderos, con la tecnología lo haremos mejor.

—¿Qué papel deben jugar los departamentos de personal?

—Tienen un papel fundamental: el de ayudar a crecer a las personas en las compañías.

—¿Se digitaliza más por motivación o por obligación?

—A nivel profesional, venimos de una inercia de intentar cumplir con los objetivos y somos demasiado reactivos. Creo que eso ya no es suficiente, tenemos que ser tan proactivos como sea posible.

—¿Cuándo pasará la sociedad a percibir la IA más como oportunidad que como amenaza?

—La IA se utiliza para acelerar procesos de investigación, curar enfermedades o hallar soluciones a problemas muy complejos. Es una herramienta muy valiosa pero que también se puede usar de forma muy negativa; pero eso pasa también con objetos como el martillo. El problema es que generalmente hacen más ruido los efectos malos que los buenos.

—También afirma que la tecnología avanza más deprisa que la capacidad para entenderla.

—Los algoritmos pasan por mecanizar ciertas decisiones, pero no todas deben ser tan inmediatas. Tenemos que ejercitar una capacidad muy humana, que es el espíritu crítico: tener mucho más presente el ‘para qué’ y darle a ciertas decisiones el tiempo que merecen.

—Estamos abocados entonces a una actualización constante…

—Eso siempre. La clave está en cómo invertimos el tiempo que ganamos gracias a la tecnología: si nos dedicamos a navegar por las redes, no creceremos demasiado. Pero tenemos la gran oportunidad de utilizar la tecnología para crecer como personas.