Los directivos se ahogan en un mar de datos

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La avalancha informativa dificulta la toma de decisiones en las empresas, hasta el punto de que casi la mitad de los mandos preferiría delegar en la inteligencia artificial

28 may 2023 . Actualizado a las 05:00 h.

El número de decisiones que toma cada día un ciudadano se ha multiplicado por diez en los últimos tres años. Y el bombardeo constante de datos que provienen de distintas fuentes desencadena aturdimiento y conduce a la duda. La compra de un coche, la firma de una póliza, la elección de un curso formativo, el recambio de un electrodoméstico...Al igual que le sucede a cualquiera en su vida personal, esto afecta considerablemente a los cuadros directivos en las empresas en su día a día en el trabajo. Esta es una de las principales conclusiones del estudio The Decision Dilema, elaborado por Oracle y Seth Stephens -Davidowitz, colaborador de The New York Times. Un trabajo en el que han participado más de 14.000 empleados y líderes empresariales de 17 países, incluido España.

Una amplia mayoría de los encuestados manifiestan dudas sobre la veracidad de los datos y, ante la encrucijada, no saben qué decisión adoptar. Esto afecta a la calidad de vida, porque causa picos de ansiedad, pérdida de oportunidades y gastos innecesarios. El resultado es que la dificultad para tomar decisiones está generando inercia en las organizaciones; los líderes empresariales quieren apoyarse en los datos para respaldar sus estrategias, pero a menudo entienden que no disponen de las herramientas adecuadas, lo que erosiona su confianza. Tanto es así, que casi la mitad de los directivos encuestados en España — un 45 % — preferirían que las herramientas de inteligencia artificial (IA) tomasen las decisiones en su lugar. «Nuestro cerebro no está preparado para gestionar tanta información; la gente siente la tentación de ignorar unos datos confusos y a veces discrepantes para simplemente hacer lo que les parezca correcto. Pero eso puede ser un gran error; se ha demostrado una y otra vez que nuestro instinto nos puede llevar por el camino equivocado; encontrar una forma de controlar los datos, de distinguir lo importante de lo superfluo, es un paso crucial para las empresas», sostiene Seth Stephens-Davidowitz, científico de datos.

Aquí juegan un papel crucial las nuevas herramientas tecnológicas. Las empresas se expanden para atender a nuevos clientes y responder a sus demandas, y la comprensión de toda la información para tener una visión completa se hace indispensable. Esto sucede, por ejemplo, en los grandes bancos, obligados a interpretar todos los datos que generan los millones de interacciones con los clientes, movimientos que son clave en el desarrollo de estrategias para incrementar la contratación de nuevos productos y servicios. El espectro de capacidades conectadas en la nube, que va desde la gestión de datos fundamentales al análisis aumentado y aplicado, es una de las herramientas que pueden dar respuesta a estos grandes desafíos.

Santiago Domínguez, director general de Mestrelab —empresa gallega—, considera que la disponibilidad de grandes volúmenes de información ayuda a tomar mejores decisiones, con menor incertidumbre y menor margen de error. Eso sí, siempre que se disponga de los medios tecnológicos adecuados. «Tener conciencia de que contamos con mucha información elimina la ilusión que se tenía anteriormente de que se adoptaban estrategias racionales basadas en datos, cuando no era realmente así», asegura. Son necesarias, a su entender, herramientas de análisis en constante desarrollo. Mestrelab, por ejemplo, tiene una serie de soluciones que utilizan business inteligence para respaldar sus estrategias, en las que cada vez se valora un mayor volumen de información.

Estos desafíos son lo que explican que en el actual mercado de trabajo sean los científicos de datos uno de los perfiles laborales más demandados. La necesidad de abastecer a las empresas e instituciones de este tipo de trabajadores ha condicionado incluso los planes del Gobierno. La agenda de transformación digital del Ejecutivo incluye como prioridad que el porcentaje de empresas que utilizan el big data crezca 10 puntos (hasta el 25 %), durante los próximos cinco años.

Cibrán Ledo, directivo de GBTEC España, considera que las herramientas basadas en inteligencia artificial son y serán cada vez más determinantes para aumentar la productividad de las personas y de los procesos. «Gracias a ellas, ahora podemos hacer en segundos tareas abstractas que antes tardaban días o que incluso eran irrealizables», recuerda.

De la misma forma que Google cambió el modo que podíamos encontrar información en internet y el Excel la forma de analizar los datos, ChatGPT va a cambiar la manera en que interaccionamos con los ordenadores, argumenta Cibrán Ledo, quien cree que la mejora en el procesamiento y análisis de la información no va a suplantar en modo alguno la participación humana. Algo que será indispensable en la toma de decisiones estratégicas, tal y como recuerda José Manuel Ruiz, director general de Smarttek.

GBTEC España es una de las grandes empresas tecnológicas que aplican herramientas para lograr análisis avanzados en todos los procesos, de forma que se adopten estrategias adecuadamente informadas, incluso para mejorar la experiencia de los usuarios a la hora de interaccionar con los productos de la empresa.

Hace 12 años, IBM presentó Watson, una tecnología de inteligencia artificial que incluso ganó un concurso de preguntas y respuestas en Estados Unidos. Entonces, la euforia en el sector era similar a la que existe ahora con ChatGPT. Después de todos estos años de pérdidas e inmensas inversiones, la aplicación práctica empieza a ver la luz, recuerdan desde GBTEC. Estos largos períodos entre la euforia de la presentación de una tecnología y su impacto en la vida real se han dado periódicamente en la historia y se les conoce como «inviernos». Tal vez quede todavía algo de tiempo para que salga totalmente el sol.