Las «start-up» generan ya 140.000 empleos

Xurxo Melchor
Xurxo Melchor SANTIAGO

MERCADOS

LAS NAVES | EUROPAPRESS

España es el cuarto país europeo por número de empresas emergentes, con 11.100, en un ecosistema difícil para el emprendimiento con un 60 % de cierres antes de cinco años

14 may 2023 . Actualizado a las 22:37 h.

España cuenta ya con 11.100 start-up —empresas emergentes— y se sitúa en el cuarto puesto del ránking europeo por número de este tipo de sociedades, solo por detrás del Reino Unido, Francia y Alemania, según el informe elaborado por la consultora PwC. Entre ellas, hay 6.446 inversores privados, 366 grupos de inversión, 149 aceleradoras y 99 incubadoras que operan en un ecosistema muy difícil, ya que Eurostat revela que en nuestro país el 60 % de las firmas cierran antes de cumplir cinco años de vida. Pese a ello, el espíritu emprendedor ha hecho que en la última década estos negocios muy ligados al sector tecnológico hayan multiplicado por 20 su valor en la última década.

No en vano, el valor del ecosistema español de emergentes fue el año pasado de algo más de 83.000 millones de euros, cuando en el 2012 era de tan solo 4.362 millones. El volumen actual equivale al 14 % de la cotización de las empresas del IBEX-35, lo que habla a las claras del peso que ahora tienen las start-up, que se ha duplicado en solo un año, ya que en el 2021 esa cifra se situó en los 43.577 millones.

En este proceso que ha permitido ganar peso a las empresas emergentes en España ha sido determinante que aquellos que hace años vendieron sus start-up tras alcanzar éxito no cesaron su actividad, sino que crearon fondos de inversión y apoyaron proyectos de emprendimiento de otras personas, haciendo que el dinero regresara al circuito inversor.

También ha sido muy importante el aporte de fondos públicos en forma de ayudas como las de la empresa estatal ENISA o Fond-ICO que han permitido activar un sector, el de las start-up, que en España carecía de gran peso en la economía hace solo diez años y que ahora ya da empleo a 140.000 personas.

Cuando nace una empresa emergente debe afrontar como primer reto elegir un lugar de trabajo que permita limitar al máximo la inversión inicial y optimizar la financiación obtenida. De ahí que opten frecuentemente por espacios flexibles y coworkings que les permiten desarrollarse en las ciudades con mayor actividad inversora sin tener que vincularse a los largos períodos de alquiler de las oficinas convencionales.

España no ha tocado techo en lo que a su mercado de start-up se refiere porque es un sector que aún está en proceso de maduración con una clara tendencia al alza. La amenaza está ahora en cómo puede afectar la escalada en el precio del dinero, ya que las subidas de tipos que ha llevado a cabo la Unión Europea, Reino Unido y Estados Unidos puede frenar el flujo de dinero que tienen disponibles los fondos de inversión que apuestan por las emergentes. La guerra de Ucrania también ha envuelto este mercado en incertidumbres, aunque los datos hacen pensar en un futuro halagüeño pese a los problemas.

Galicia trabaja para equipararse con los grandes núcleos del país, que son Madrid, Barcelona, Valencia y Bilbao. El 20 y 21 del pasado mes, en el Pazo da Oliva de Vigo, se celebró el Startup Congress Galicia, con presencia de los mayores inversores que operan en España.