Los jardines gallegos que además de alegrar ayudan a la inclusión

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La Xunta mantiene abierta una nueva convocatoria de ayudas para promover la economía circular; Aceesca, asociación de apoyo a personas con diversidad intelectual, participó en este programa en el 2022 con el objetivo de poner en marcha una planta de agrocompostaje; sus jardines y plantas ayudan a la inclusión y alegran la vista de los usuarios del Meixoeiro y el Cunqueiro, entre otros

25 feb 2023 . Actualizado a las 05:00 h.

En Aceesca, asociación de apoyo a personas con diversidad intelectual, se han embarcado en un ambicioso proyecto. Ambicioso, pero también inclusivo, solidario, sostenible y ecológico: una planta de agrocompostaje. Lo cierto es que nació más pequeñito, con el objetivo de hacer composteros, pero ha crecido hasta el punto de que ahora la inversión ronda los 300.000 euros de presupuesto. Ángeles Leiro Vázquez, gerente de la entidad, explica que en un terreno que les cedió el concello de O Porriño harán una planta en la que compostarán residuos orgánicos y vegetales procedentes de las actividades de jardinería que ellos mismos realizan.

«El proyecto ha ido creciendo, sobre todo porque ahora podemos abordar un mayor número de residuos e incluso podemos abrir una parte para los propios vecinos de O Porriño, algo que nos parece muy interesante». El compostaje lo usarán de nuevo en jardinería, en la producción de plantas, promoviendo así la tan necesitada economía circular.

Precisamente por este motivo el proyecto de Aceesca es uno de los beneficiarios de una convocatoria de ayudas de la Vicepresidencia primera de la Xunta que ya tiene en marcha una nueva edición. El plazo está abierto hasta el próximo 28 de febrero y el objetivo es precisamente este, promover la economía circular en el tejido productivo gallego con el fin de mejorar la competitividad de las pymes y de los autónomos, impulsando nuevos procesos y un consumo más eficiente.

En el caso de esta asociación de O Porriño la ayuda rondó los 25.000 euros, un porcentaje pequeño del proyecto total debido a que este ha ido creciendo en los últimos meses. Por eso ahora han presentado esta misma iniciativa en la Deputación de Pontevedra y a través del PERTE de economía circular del Ministerio de Transición Ecológica.

Sostenible y ecológico pero también inclusivo. Porque la asociación, con área de empleo, centro educativo y centro ocupacional, tiene más de un centenar de usuarios y da trabajo en su centro de empleo a 70 trabajadores, 45 de ellos con discapacidad. Es decir, son ellos quienes trabajarán en la planta, «la idea es que se formen allí personas usuarias de la asociación, para que después puedan ser contratadas como trabajadoras», apunta la gerente.

El objetivo de la entidad en el ámbito de la inserción laboral no es otro que conseguir que las personas con diversidad intelectual puedan dar el salto a la empresa ordinaria, «tenemos un centro especial de empleo en el que las contratamos en primera instancia, pero el fin es que den el salto a la empresa». No es tarea fácil pero lo están consiguiendo: «aún hay mucha resistencia de cara a la inserción en la empresa ordinaria pero creemos que gracias a la capacitación que damos, cada vez más profesional, estamos logrando inserciones laborales».

Aceesca cuenta con un invernadero y los trabajos de jardinería se desarrollan para empresas e instituciones. El hospital Meixoeiro, el Álvaro Cunqueiro, el concello de Salceda de Caselas, el parador de Tui, el de Baiona... Son algunos de los ejemplos para los que se trabaja desde la entidad. Y la asociación es una parte fundamental de que los jardines de estas instituciones, y de otras empresas, luzcan alegres y lozanos. «Ahora mismo producimos planta de temporada, pero podríamos producir cualquier otro tipo de planta», aclara Ángeles.

La convocatoria de ayudas para promover la economía circular está centrada en la implantación de soluciones avanzadas para desarrollar este ámbito. La nueva edición cuenta con 1,5 millones de presupuesto en el 2023 y el objetivo de la Consellería de Economía es apoyar en torno a medio centenar de proyectos individuales y colectivos. Se trata de ayudas en régimen de concurrencia competitiva y los apoyos cubren el 35 % de las inversiones materiales e inmateriales subvencionales en el caso de la pequeñas empresa y el 25 % en el de la mediana, con un límite máximo subvencionable de 200.000 euros en los proyectos colectivos y de 75.000 en los individuales.

Las empresas o autónomos que reciban estas ayudas pueden solicitar anticipos de hasta el 50 % de las mismas. El apoyo económico se orienta preferentemente a la instalación de sistemas de medición de parámetros productivos y ambientales, equipos de hardware y software inteligente para optimizar los recursos, o bien para adquirir nueva maquinaria que se utilice en el reempleo o el reciclaje de residuos. Como en la mayoría de las ayudas que convoca la Xunta para impulsar la competitividad de las empresas, en los criterios de valoración se incluye una mayor puntuación para aquellos proyectos que se realicen en concellos emprendedores.

Reducir el consumo

La Xunta persigue con esta nueva convocatoria de residuos reducir el consumo de recursos en el proceso productivo, un reto clave en la economía circular. Además, se trata de que el tejido gallego abunde en el reciclaje o en el reempleo de los materiales, en la creación de cadenas de valor más cortas o incluso en poner en marcha en la comunidad nuevas oportunidades de negocio que persigan la reparación de los productos, luchando contra el consumismo y la obsolescencia tan feroz de los últimos años.

La Xunta cuenta con una Estratexia Galega de Economía Circular en la que se enmarca el programa. Los principios básicos para la transición a este modelo económico son la reducción, el reempleo y reciclaje y las estrategias de diseño sostenible. A través de esta línea de ayudas se dará apoyo económico para facilitar inversiones a pymes y autónomos para proyectos de economía circular, que al final se traducen en un ahorro de recursos y energía. En el caso de Aceesca tienen clara la importancia de la reutilización y de los procesos sostenibles, y que la economía circular puede ayudar a la inclusión de un colectivo que «puede trabajar igual que cualquier persona».