Delta Vigo acaba de celebrar los 75 años de actividad industrial, reconocida como un referente en la automoción y en el sector aeronáutico en el que, según explica su presidente, seguirán creciendo corporativamente, siempre enfocados a una producción de calidad más que a la cantidad
12 feb 2023 . Actualizado a las 05:00 h.Hablar de sector aeronáutico en Galicia es hablar de Delta Vigo. Ninguna otra empresa ha logrado una cartera de clientes tan completa, en la que no falta ninguna de las principales compañías aeronáuticas del mundo: Airbus, Boeing, Bombardier, Embraer y la estatal china Comac. Francisco Puga, presidente de la compañía, hace balance de los 75 años que acaba de cumplir de Delta Vigo y analiza el futuro del sector.
—¿Cómo una empresa que nació vinculada al naval hace 75 años y al automóvil hace casi 50 años ha conseguido llegar a los despachos de alta dirección de Airbus, Boeing, o de la china Comac?
—Las empresas que son capaces de aportar valor siempre serán reconocidas por el mercado y por sus clientes. Los constructores aeronáuticos necesitan colaboradores que resuelvan sus problemas técnicos y aporten valor a sus procesos. El mercado global demanda precios competitivos, alta calidad de los proyectos, garantía en plazos de entrega, tecnologías disruptivas, compromiso social, garantías de servicio posventa… Ese largo recorrido industrial de 75 años, unido a la diversificación sectorial y de producto y la baja rotación de plantilla, han dejado en Delta mucho conocimiento. Si le añadimos el compromiso y rigor de nuestros profesionales, puede ayudarnos a entender la confianza de los clientes, el prestigio y la posición que hemos alcanzado. En resumen: trabajo, trabajo y trabajo.
—Delta capeó bien la crisis de la aviación comercial en la pandemia diversificando y volviendo más hacia el automóvil. ¿Cuál es la situación ahora? ¿Qué sector pesa más en su producción?
—Los años 2020 y 2021, defensa y automóvil han tenido un mayor peso en el volumen de facturación. Tener diversificada la actividad nos permite soportar mejor las crisis que, por lo que hemos vivido los últimos años, se prevén más frecuentes y por causas diferentes: económicas, sanitarias, sociales, incluso, la combinación de varias simultáneamente. Respecto a los porcentajes de facturación, exceptuando los dos años mencionados, desde el año 2000, se mueve en una horquilla entre el 70 y el 75%.
—¿Cómo cerró el ejercicio 2022 y que previsiones tiene para el corto y medio plazo?
—El 2022 se cerró con una facturación de 44,6 millones. Para el año en curso, dependiendo de como se vayan desarrollando los proyectos estaremos, entorno a los 50 millones. Sobre las previsiones de carga de trabajo para los próximos años, la mejor noticia es que no está entre las preocupaciones de la dirección.
—¿Cuáles son sus armas para competir con los grandes proveedores y ganar adjudicaciones?
—Ofrecer a nuestros clientes soluciones técnicas más atractivas que las de nuestros competidores. Esto va en línea con la aportación de valor a la que me refería antes. Actualmente, es muy difícil competir en cualquier sector, y el aeronáutico no es una excepción, sobre todo, si tus competidores están ubicados en los países de referencia industrial europea y mundial. Personalmente, estoy satisfecho con el indicador que define los proyectos adjudicados, respecto a los ofertados.
—Vigo (tres plantas), Illescas, Fráncfort (oficina comercial)… ¿En dónde más quiere o necesita estar presente Delta Vigo?
—En los últimos seis años, a través de dos planes estratégicos (-el último finaliza en julio) hemos invertido más de 55 millones. Hasta que finalicemos la industrialización del último plan, no podemos pensar, a corto plazo, en grandes inversiones. Aunque seguiremos invirtiendo en nuevas tecnologías y proyectos de I+D que planificados hasta finales del 2024.
—La capacidad instalada del grupo es suficiente, o se plantea seguir creciendo orgánicamente.
—Nos sentimos cómodos con la dimensión de empresa y con el crecimiento estipulado en recursos humanos y facturación para el 2024. Aun así, nuestro crecimiento viene marcado por las exigencias del mercado. Nuestros clientes nos demandan proyectos cada vez más globales y esto afecta directamente a la dimensión de la empresa. Seguiremos creciendo orgánicamente, pero, lo haremos manteniendo la calidad por encima de la cantidad.
— ¿Tiene Galicia una red de proveedores lo suficientemente fuerte para alimentar a Delta Vigo? ¿O no los necesita?
—El mercado valora las empresas ubicadas en áreas geográficas que cumplen con los requisitos logísticos, tecnológicos y seguros para futuros inversores. En este sentido, considero muy importante la colaboración entre Administración, instituciones y empresas para situar a Galicia en el lugar que todos deseamos. Cualquier empresa ubicada en Galicia tiene a su disposición un tejido industrial consolidado. Indudablemente, la globalidad imposibilita que en un área geográfica concreta podamos abastecernos de los suministros que demandan los proyectos altamente tecnológicos.
—Presume de que el principal activo de Delta su plantilla de alta cualificación técnica. ¿Tiene problemas para encontrar personal?
—Esperando que no se me tache de pretencioso por lo que voy a decir, no comparto el modelo de formación europeo que, generalmente, se aplica en la industria. Nosotros seguiremos apostando por el modelo que hemos implantado hace 45 años porque es en el que creemos. Con fuego real, sobre el terreno, e impartida por profesionales con experiencia; y en la propia empresa: porque es la que tiene identificadas las necesidades de formación. Tenemos los mismos problemas que las demás empresas para encontrar personal cualificado. Conscientes de la dificultad, intentamos darle solución internamente.