El programa «Precios Justos» lanzado por el Gobierno argentino para que unos 2.000 productos de primera necesidad mantengan un precio asequible está levantando ampollas. Sobre todo desde que el Ejecutivo involucró al sector del transporte en el control para el cumplimiento de este plan, informa el diario «Clarín». Los supermercados amenazan con salirse del programa voluntario si estas supervisiones se mantienen. La medida persigue corregir desviaciones. Como que las estanterías de los supermercados no se llenaban con todos los productos que habían sido transportados a los centros de compra. Por ejemplo, «salían 10 camiones de cada producto, llegaban a los supermercados y solo llenaban dos o tres estanterías», explicaba un transportista al diario.